Se prevé que habrá de 17 a 25 tormentas, algunas de las cuales podrían convertirse en huracanes de categoría II, III o hasta más intensos.
Las cálidas temperaturas del océano, el cambio climático y el fenómeno de La Niña son los principales factores que se presentan para que los expertos en meteorología pronostiquen que la temporada de huracanes de este año estará por encima de lo que se considera normal.
La Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA), que se encarga cada año de publicar la información, fundamental para que los gobiernos locales puedan planificar estrategias de prevención de riesgos, ha predicho que esta temporada de huracanes se dará entre el 1 de junio y el 30 de noviembre.
Esta agencia advierte que la transición del fenómeno del Niño, al de la Niña, contrario a lo ocurrido en el 2023, será rápida y provocará un aumento en la energía que alimenta el desarrollo de tormentas; por lo que advierte que el clima severo y las emergencias pueden ocurrir en cualquier momento, por lo que las personas y las comunidades deben estar preparadas para afrontar eventuales crecientes súbitas de los ríos, deslizamiento de tierras, vientos fuertes y aumento en la intensidad del oleaje.
