Expertos chinos que trabajan en el hospital de Leishenshan, construido en menos de dos semanas para combatir el coronavirus en Wuhan, defendieron hoy el uso obligatorio de las mascarillas como medida indispensable para contener el brote.
“No usarlas es una estupidez”, afirmó el especialista Wang Xinghuan, director del Hospital de Zhongnan y responsable del de Leishenshan durante una visita guiada para los medios de comunicación.
Según Wang, el uso de las mascarillas entre la población constituye “una medida científica de protección”, y sirve también para evitar que los trabajadores médicos se contagien.
“Si no se usan, no se podrá controlar la epidemia”, afirmó.
Asimismo, Wang explicó que las cuarentenas que se impongan para frenar la expansión del brote deben ser estrictas, como la que se puso en marcha en Wuhan durante semanas, y aseguró que “las voluntarias en domicilios particulares no funcionan”.
El experto añadió que “hacen falta muchas pruebas para detectar a los enfermos y a los asintomáticos, o a quienes haya que aislar fuera del domicilio particular para que no contagien a otros”.
También argumentó que los pacientes recuperados de la COVID-19 deberían pasar dos semanas de cuarentena tras ser dados de alta como medida de precaución.