El regreso de Uber al país tras 20 días de suspender el servicio fue el detonante para que un grupo de parlamentarios se encuentren redactando un proyecto que ayude a regularizar las plataformas de transporte y que controle las normas vigentes de los taxistas. Así, lo dio a conocer Maritza Aristizábal, editora de Estado y Sociedad de Noticias RCN en su columna para La República.
Según Aristizábal, en el proyecto que se presentará, “a los taxistas se les permite tarifas dinámicas, elimina los famosos cupos y los compensa con $60 millones. A las plataformas las obliga a pagar impuestos, comprar pólizas y funcionar como transporte intermediado por App”.
Esta solución se debe a que el sistema de los taxis en Colombia se convirtió en toda una “dictadura” debido a los altos costos de los cupos para tener un carro en este servicio y a la metodología que usan los dueños de varios taxis de trabajo con los choferes que los manejan.
El panorama, tal como lo presenta Aristizábal es “oscuro para los ciudadanos, pero un banquete para los taxistas. Y ojo, no me refiero a conductores de taxi, que alquilan el carro por turno a $100.000. Hablo de quienes acumulan cupos como arroz y se dan el lujo inflar los precios. Los cotizan, sin pena y con gloria, en $120 millones”.
Precisamente, los cupos por los que se pagan millonarias cifras ha sido la considerada “mafia” de los taxistas que hace que el servicio se limite para unos pocos y no sea tan democrático y fácil como el que piensa que solo se compra un carro y se pone a trabajar. Según los datos del SIM una matrícula de servicio público tiene un costo de $431.000 por lo que no tiene sentido que el valor por el cupo sea de mas de $60 millones.
El total de matrículas de taxis registrados en el RUNT a nivel nacional con corte a 10 de enero de 2020 fue de 220.486. La mayoría de estos están en Bogotá con 56.419 matrículas, le sigue Medellín con 20.179. Cali tiene 17.274 y Barranquilla 13.154.
Pero, el proyecto no solo cambiará la forma de trabajo de los taxistas sino que las aplicaciones tipo Uber también tendrán que ser reformadas; estas ahora deberán pagar impuestos, comprar pólizas y funcionar como transporte intermediado por aplicaciones.
“La tarea del Congreso y el Gobierno es derrotar dictaduras y anarquías. La tarea de los usuarios es no caer en las campañas manipuladoras de Uber ni en las amenazas coléricas de los taxistas”, concluyó la columnista.