La joven compartió 14 de sus 18 años con su perra Milly, un can de raza Yorkshire Terrier que falleció el pasado 10 de agosto.
Se trata de Emma McNulty, de Baillieston (Escocia), una joven que trabajaba en una tienda de sándwiches, y llamó a su jefe para pedirle el día libre, pues argumentó que estaba “demasiado devastada y físicamente enferma” como para trabajar.
Según el diario Daily Mail, el turno de la mujer empezaba a las 3 de la tarde, y ella se comunicó con su ahora exjefe hacia las 10 de la mañana, cuando perdió a Milly.
Ese mismo medio de comunicación precisó que, el hombre le respondió que debía conseguir una persona que la reemplazara, o, de lo contrario, “se enfrentaría a medidas disciplinarias”.
Ella le contó al medio que, en vez de mostrarle “la compasión y la simpatía establecidas en el contrato”, su jefe le envió “una serie de desagradables mensajes” en los que le decía que debía cubrir su turno porque “no se permitía el tiempo de duelo para mascotas”.
De acuerdo con su relato al mismo rotativo, Emma no pudo conseguir a una persona que la cubriera, así que su jefe le manifestó que no era necesario que ella fuera el resto de la semana y luego le envió un correo en el que la despedía por supuesta “conducta inapropiada”.