La declaratoria de calamidad pública ante la emergencia que vive Santa Marta por el desabastecimiento de agua potable, era un hecho que todos esperaban; sin embargo según el alcalde encargado Andrés Rugeles, desde el inicio de la semana había sido decretada, lo curioso es que nadie sabía.
La situación expone el teléfono roto que existe entre la administración en encargo y la comunidad a través de los medios de comumicación; sin embargo el decreto 082 del 15 de abril, firmado por Andrés Rugeles, declara el estado de emergencia.
Esta situación ha generado que desde entidades como la Cruz Roja ha venido apoyando en las acciones enmarcadas en la secreta calamidad pública del Alcalde Rugeles.
LAS ACCIONES
Ismail Bolaño García, Director de Gestión del Riesgo de la Cruz Roja Colombiana Seccional Magdalena, explica que la estrategia consiste en la contratación de 20 carros tanques , gracias al convenio que existe entre la Cruz Roja Colombiana y la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo. Señala Bolaño García, que ya están en Santa Marta 15 de los 20 carros tanques contratados y se espera que los restantes se incorporen en las próximas horas.
Refiere Bolaño García que cada carro tanque tiene capacidad para 12 mil litros de agua. Hasta el momento las estadísticas ilustran que en los dos primeros días de trabajo se han distribuido más de 680 mil litros de agua. Una cifra que ha beneficiado a más de 9 170 familias, cifra que supera las 40 270 personas.
En este estado de emergencia, por la calamidad pública que sufren más de 20 barrios de Santa Marta, el trabajo integrado de la Cruz Roja Colombiana Seccional Magdalena y la Oficina de Gestión del Riesgo del Distrito de Santa Marta, OGRICC, permiten llegar a las comunidades más vulnerables y afectadas, ubicadas por lo general en las periferias de la ciudad, así como los sectores de Nacho Vive, La Paz, Don Jaca y las enclavadas en la parte alta de los cerros. Un trabajo que exige un esfuerzo enorme y dónde los Voluntarios de la Cruz Roja Colombiana, los Líderes Comunitarios y los propios habitantes de cada zona, se integran para distribuir, gratuitamente, el agua a las numerosas familias que requieren de este recurso vital.