Los reportes por amenazas de feminicidio encabezan la lista de casos. El departamento ya suma 52 denuncias.
El confinamiento obligatorio además de estimular la ansiedad de los magdalenenses, también ha incrementado los problemas de convivencia al interior de las familias. En lo que va de la pandemia, las autoridades han atendido 53 casos de violencia en el hogar y amenazas de feminicidio.
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El fenómeno se registra con mayor intensidad en Santa Marta. La ciudad es el territorio con mayor cantidad de eventos, ya son 37 en total. Y de acuerdo a los expertos, el tema puede agudizarse dado que aún falta una semana para que acabe la cuarentena.
Esta situación preocupa a los colectivos feministas del Distrito. En el 2019 en la capital del Magdalena se presentaron 750 denuncias por agresiones físicas y verbales, tipificadas como violencia intrafamiliar según el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses. De ese no minúsculo número, 29 fueron en contra de adultos mayores, 173 entre otros familiares y 482 notificados por violencia de pareja.
La convivencia permanente ha disparado las estadísticas. Norma Vera Salazar, defensora de derechos humanos, analiza los casos y cree que este efecto ‘pandémico’ no corresponde a una ola particular del Magdalena sino a un fenómeno más amplio.
“Este no es un factor único del país, sino también de Latinoamérica, precisamente porque el aislamiento social y las medidas en que hombre y mujeres deban estar viviendo todo el tiempo, existirán tensiones. Esto significa que muchas mujeres que tienes antecedentes previos de violencia psicológica, económica, patriarcal, intrafamiliar e incluso abuso físico, al convivir 24 horas al día con los agresores, crea un marco de situaciones anómalas”, explicó Vera.
Asimismo, en este contexto también se debe interpretar las condiciones de pobreza, el alto índice de contagios y los niveles de trabajo informal en el Magdalena y Santa Marta, para comprender que las emociones que se manejan en la crisis generan un contexto de intolerancia.
LOS ANTECEDENTES DE LA VIOLENCIA INTRAFAMILIAR
Vera Salazar, por décadas viene documentando las historias de mujeres que han sido maltratadas o violadas por su pareja o un familiar cercano. Reconoce que durante los últimos 3 años el Magdalena aparece entre los 3 primeros lugares con mayor índice de feminicidio en el país, por lo que este incremento de violencia en la pandemia tiene una cara sistemática.
“Entre 2017 y 2019 fuimos un departamento que superamos el promedio nacional de feminicidio, ocurriendo el 98% de los casos en la vida íntima. Incluso también se notó un alza en un delito que es invisible para las estadística y es el feminicidio en grado de tentativa, son aquellas mueres que son golpeadas o heridas y cuya intensión del agresor es la muerte de la víctima”, dijo la defensora de derechos humanos.
Por otro lado Norma indica que la violencia intrafamiliar ha sido parte del paisaje del departamento, aunque resaltando que dentro de las dinámicas en la recolección de cifras, instituciones como la Fiscalía han sido débiles en cuanto a la documentación de las denuncias. “Muchas mujeres se aburren, prefieren no denunciar y continúan en el ciclo de Violencia”, continuó.
La profesional y experta en el tema abrió el espectro de análisis, que obliga a revisar entre las variables a adultos mayores y niños dentro la violencia en las familias. Según Vera en el 2019 en Santa Marta fueron abusados 268 menores.
“El aislamiento no es un tema poderosamente peligroso para mujeres vulnerables sino también para los niños y niñas”, puntualizó Norma.
¿Y LA SECRETARÍA DE LA MUJER?
Aunque la creación de esta nueva dependencia de la Alcaldía Distrital representa para Vera un adelanto, no sólo para la protección de la mujer, sino también para la promoción del empoderamiento económico-social femenino, también es una deuda de género, porque a la fecha no tiene una Secretaria que responda por su funcionamiento.
“Quisiera hacer una llamado a la alcaldesa Virna Johnson, para que con urgencia se nombre a un funcionario en esta cartera y además se le den los elementos, especialmente en esta coyuntura del Covid-19, jurídicos y psicológicos. También sería pertinente fortalecer la línea de atención, porque hay quienes llaman y estas no brindan herramientas efectivas”, acotó Norma Vera Salazar.
Asimismo es indispensable que la Secretaría cuente con un comité interdisciplinario que acompañe a las mujeres, integrado por psicólogos, Sociólogos y personas preparadas para hacer las visitas domiciliarias.
Frente a la red de apoyo interinstitucional para atender casos de violencia a mujeres, la analista cree que urge de un fortalecimiento para que la pandemia no vaya a convertirse en un escenario más propiciatorio para que se den estos hechos.
LAS INSTITUCIONES DEL ESTADO Y LA CADENA DE PROTECCIÓN DE LAS MUJERES VIOLENTADAS
Vera Salazar especifica que la lucha que adelanta desde hace 20 años con la instituciones no es por el simple choque a la estructura, sino para buscar garantías para las mujeres violentadas. En la actualidad los cercos institucionales se han fortalecido, pero aún falta más, de acuerdo a lo dicho por Norma.
“Las instituciones públicas a través de la Alcaldía Distrital no han hecho la tarea como debe ser, sobretodo porque no es suficiente con crear un aparato burocrático. Se necesita una política que se ejecute, haciendo una red de apoyo más efectiva. Hay víctimas que me han llamado contándome que no ha habido nadie que las acompañe en el momento de la crisis o cuando haya que poner la denuncia. ¿Qué sentirá una mujer que a las 5 de la mañana fue golpeada y le tocó salir sin plata y solo con lo que tenía puesto? En esos niveles de asistencia, se ha rajado la Alcaldía”, explicó la defensora de derechos humanos.
La profesional en el área también cuestionó duramente a la Fiscalía, la Policía y el ICBF, los cuales son instituciones a las que acuden las víctimas y en la mayor parte de los casos no reciben respuesta. La primera no recibe las denuncias sino que remite los casos a Inspecciones; la segunda, a través de sus agentes no actúan según el deber ser sino que bajo el argumento patriarcal de “esas son peleas de marido y mujer”, no tratan el procedimiento con el rigor judicial que se requiere.
Para el caso de los niños, las cifras en la ciudad no son las mujeres. Los estudios muestran que el 60% de los casos de violencia sexual no son denunciados porque ocurren al interior de los nichos familiares.
Por último Norma Vera indicó que la cuarentena se convierte en espacio para crisis emocionales, por lo que invita a las mujeres, y hombres también, a que acudan a familiares y amigos cercanos que les sirvan de apoyo. Además, dijo que seguirá brindando asesorías a las víctimas que lo requieran.