Atesa por un lado prestando un mal servicio y por el otro la Essmar, mal operada por EPM.
Mar de basuras y ríos de aguas residuales, en eso está convertida Santa Marta gracias a la pésima operación del servicio por parte de las empresas Essmar y Atesa.
Los samarios aseguran que, se acabó el 2023 y no hubo poder humano que hiciera que se mejorara el servicio.
Por un lado la falta de mantenimiento a los contenedores de basura, llenos de malos olores, sin tapas, y sin la recolección completa del sistema de contenerización; se han convertido en un verdadero dolor de cabeza para los ciudadanos.
Pero a lo dicho se le suma la falta de cumplimiento de las rutas por parte de la empresa que no cuenta con la maquinaria, ni el parque automotor óptimo para la recolección de las basuras.
Sin embargo, el otro factor es la falta de cultura ciudadana, la cual ayuda a que el problema sea mayor.
Atesa no tiene quien la vigile
La empresa Atesa debe someterse a la interventoría por la Essmar, quien realiza la vigilancia para que la ciudad no esté nadando en basuras, sin embargo, lo que reflejan las imágenes, es un desastre total.
“El uno derramando basuras y el otro con el agua puerca, ahora si estamos bonitos”, indicó Leo Díaz, estilista del sector del Mercado Público.
La Essmar la opera EPM
Desde que el presidente Iván Duque dispuso de una intervención por parte de la Superintendencia de Servicios Públicos, la EPM entró a operarla, sin embargo, desconociendo cada detalle del servicio de acueducto y alcantarillado para Santa Marta.
Muestra de ello, los constantes derrames de aguas servidas en distintos puntos de Santa Marta.”Esto huele peor que las cloacas, la ciudad por culpa de los paisas nada en basuras”, dijo Candelario Barrios.
Los ciudadanos esperan que el Presidente Petro tome una decisión sobre el tema, teniendo en cuenta la precaria situación con la Essmar; mientras esperan que el nuevo gobierno de Carlos Pinedo, concluya y sancione los procesos abiertos por la Alcaldía a la empresa Atesa.