La ciudadana extranjera vino a visitar a Santa Marta, pero terminó como salvadora felina.
Sandrina Aouadene es una francesa que llegó de turista a pasar unas vacaciones en Santa Marta, pero se dejó contagiar por la fiebre animal que abunda en el antiguo Polideportivo, sitio donde se ha vuelto costumbre que sean abandonados al menos 7 gatos por día.
Hace varias semanas Sandrina se bajó de una buseta que hacia su recorrido por la calle 22, y se dió cuenta del gran número de gatos que dormían a los alrededores de un árbol, cerca de la pista de atletismo, por lo que no dudo en acercarse y darse cuenta de los animales que se encuentran allí desamparados.
Algunos duermen encima de pequeñas casas improvisadas en tabla que han sido puestas allí por animalistas de la ciudad. Las personas que visitan el antiguo Polideportivo para practicar deporte todas las tardes, interrumpen su rutina de ejercicios para ver el panorama, pero no hacen ninguna acción en bienestar por los gatos.
El mes que lleva Sandrina viviendo en la ciudad, lo ha invertido en el cuidado que necesitan los gatos, dedicándose a sacar de su propio bolsillo para comprar concentrado y suministrarles medicamentos que ayuden a combatir las enfermedades que padecen.
Sandrina actualmente trabaja como cocinera en Mac Donalds, en la ciudad de Marsella, donde además vive junto a su familia, y de sus ahorros se costeó el viaje para pasear en Santa Marta, pero ahora solo se dedica a los aproximadamente 60 gatos, ellos son su mayor adoración.
“Acá la gente no se preocupa por los animales, mi corazón se ha roto al ver esto, todos los días hay más gatos. Yo he pagado 30 mil pesos por la esterilización de algunos de ellos” dijo Sandrina a través de una entrevista que realizó SANTA MARTA AL DÍA.
Mientras tanto en la ciudad han nacido fundaciones protectoras de animales, dada la preocupación ante la superpoblación de animales callejeros; a muchos animalistas les ha tocado realizar campañas para la esterilización y castración de animales sin hogar, debido a la ausencia de una política gubernamental de atención animal.
El problema se agudiza cada día más, por los andenes vías de la ciudad se logran ver animales enfermos, hambrientos y vulnerables, lo que ha provocado que se multipliquen de manera alarmante.