Luego de la fiesta carnavalera, los samarios celebraron el inicio del tiempo de Cuaresma y asistieron masivamente a sus parroquias para alzar el corazón ante Dios y dar gracias por este importante momento.
Como de costumbre en Miércoles de Ceniza, cada uno de los feligreses recibieron la cruz en cada una de los templos.
Para la gran mayoría de los habitantes de la ciudad, esto significa salir de la cotidianidad y disfrutar de la buena reflexión bíblica que enseñan los sacerdotes acerca de esta temática celestial, debido a que aseguran un día como el miércoles de ceniza los obliga a vivir la paz y la reconciliación con el señor.
Por ejemplo, durante la celebración de la misa llevada a cabo en la parroquia Nuestra Señora de Fátima en el barrio Manzanares, los feligreses además participar de la cruz de ceniza, compartieron la cena, acto que representa el cuerpo y la sangre del señor Jesús para el perdón de los pecados.
“Este es el sacramento de la buena fe, esta es una ofrenda. Que la reconciliación traiga paz a los presbíteros, diáconos y a todo el pueblo que visita cada una de las iglesias, este es un tiempo maravilloso, donde la misericordia de Dios se pone sobre el tapete y mejorar las relaciones con el prójimo”, señaló Alexander Greco, párroco de la iglesia Nuestra Señora de Fátima.
Otros hermanos manifiestan que este día aumenta la alegría y aleja las tristezas y aquellos malos pensamientos que conllevan al hombre a cometer malas actuaciones que son denigrantes ante la sociedad.