Diferentes comunidades en la ciudad sufren a raíz de la escasez del preciado líquido durante la cuarentena.
Los habitantes de la ciudad de Santa Marta se encuentran desesperados y ya no saben que hacer para tratar de abastecerse del agua potable, el mínimo vital necesario para enfrentar los días de cuarentena decretados por el gobierno nacional.
En los diferentes sectores empiezan a observarse como es de costumbre, a muchos vecinos transportando en carretillas canecas llenas del preciado líquido, que, sin importar la inclemencia del sol, hacen lo posible para llevar el poquito de agua hasta al interior de las viviendas y poder suplir las necesidades diarias.
Dentro de la lista de sectores afectados por estos días a raíz de la mala prestación del servicio y la inoperancia de la empresa de servicios públicos, se encuentran el barrio Buenos Aires y el 8 de diciembre, donde algunos manifiestan que les toca comprar el agua a particulares, para poder bañarse o lavar la losa, o en su defecto lavarse las manos durante varias veces del día como medida preventiva.
La gran mayoría de la población afectada son los niños y adultos mayores, quienes a pesar de las edades sacan fuerzas para empujar las pesadas carretillas, teniendo que salir de la tranquilidad de sus casas y violar la cuarentena obligatoria.
Por otro lado, los moradores de estos sectores manifiestan que la restricción de no poder salir a trabajar como anteriormente lo hacían, ha dificultado significativamente la obtención del dinero, panorama que incrementa la preocupación, ya que no tienen recursos para comprar el sobrecosto de 3 pimpinas de agua a 2 mil pesos.
María Luisa, líder comunal del barrio 8 de diciembre, aseguró que, “tenemos 20 días que no llega el agua a las tuberías, y no podemos lavarnos las manos cada 3 horas para prevenir el virus. Hay un sobrecosto, muchos en este sector son desplazados y de escasos recursos; esto es una negligencia, no es justo, por eso exigimos a la Alcaldía y a la Essmar que nos garantice el servicio de agua potable”.