El hombre, quien quedó en silla de ruedas tras un accidente, se las ingenió para seguir llevando el pan de cada día a su hogar.
Cuando existen ganas de salir adelante, no existen límites. Así lo demuestra Ernesto, un hombre samario que a pesar de haber quedado en silla de ruedas, tras un accidente laboral, se ingenió un vehículo para poder seguir ayudando a su familia.
Se trata de un motocarro, construido con tres motocicletas, el cual le permite transportarse y movilizar elementos pesados, y así, ganarse el pan de cada día.
Ernesto, no solo conduce su ingenioso vehículo, sino que también es el ‘chofer’ de una gran familia, por la cual lucha día a día, en compañía de su copiloto, quien realiza los trabajos que a él se le dificultan.
Este hombre se ha convertido en un ejemplo para su hogar y sus vecinos, quienes ven en él un ejemplo de resiliencia y amor.