Medicinas, alimentos y utensilios para el hogar escasean en medio de la emergencia del río Magdalena.
Llegar hasta el municipio de Salamina se ha vuelto toda una odisea para los moradores y visitantes que desean movilizarse hacia el departamento del Atlántico o al sur del Magdalena.
Esto debido al pésimo estado de las principales vías de acceso de la población. Y es que arribar a este lugar ribereño desde la ciudad de Santa Marta le toma a una persona cinco horas, más de lo que hay de la capital del Magdalena y Valledupar, lo cual son 4 horas de viaje.
“Se hace imposible transitar por esta carretera, los contantes huecos en cada tramo dificultan el viaje, dañando hasta los vehículos”, expresó Alberto Torres, morador y líder del sector.
De acuerdo con Torres las autoridades no han adecuado las vías alternas, debido a la inundación del río Magdalena, específicamente el tramo de Piñon-Salamina, el cual quedó destruido por la erosión.
“Se supone que Invias, iba a adecuar un camino para no quedaron incomunicados, pero es la hora y no se ha hecho, los camiones y demás carros se siguen movilizando en trochas que en épocas de lluvias se vuelven calles de barro”, indica.
Lo que más preocupa a los habitantes de este municipio es que durante esta ola invernal muchas veces quedan incomunicados, haciendo que algunos alimentos y enceres que vienen de otros lugares escaseen y el precio de estos elementos aumenten.
“Esto le ha quedado grande a las autoridades, las pocas obras que se realizan se hacen con lentitud y no pareciera que estemos en alerta y bajo una emergencia de inundación”, puntualizó.
Los salamineros se sienten encerrados, ni la pandemia golpeó tan fuerte esta población, ya que por lo menos tenían acceso fácil a las medicinas, alimentos y diferentes utensilios para el hogar.
En la actualidad debido a la problemática de la erosión fluvial muchas cosas están limitadas golpeando fuertemente la economía de una población pobre, donde más del 80% se dedica a la informalidad.
El llamado reiterativo de los líderes y moradores es que las autoridades tomen cartas en el asunto y realicen trabajos contundentes que mejoren la calidad de vida de los habitantes y por lo menos puedan vivir en paz mientras termina esta zozobra.