La comunidad denuncia que las fallas estructurales de este vertedero vienen afectando la salud de niños y adultos, así como la de animales.
Preocupadas se encuentran comunidades y campesinos del corregimiento de Jaraba y las veredas Tapia y Batalla, zona rural del municipio de Santa Ana, Magdalena, ante las afectaciones que vienen padeciendo por culpa del relleno sanitario regional a cielo abierto construido en la vía Camino viejo, jurisdicción Santa Ana.
Según la denuncia de comunidades y campesinos, este vertedero viene generando afectaciones en su salud y en su economía, pues argumentan que fue construido en una zona bañada por aguas de una quebrada que va de finca en finca y desemboca en la ciénaga de Jaraba.
“Este relleno contaminan las quebradas que alimentan nuestra ciénaga, por lo que ya no podemos tomar el agua de allí, además fue construido a cielo abierto y solo le pusieron un mallado al frente, mientras que a los lados solo tiene una cerca de púas y madera, haciendo que nuestros animales estén ingresando y alimentándose con esas basuras”, manifestó la comunidad .
Ante esto, las comunidades alzaron su voz de protesta y pidieron al mismísimo presidente Gustavo Petro, al Ministerio de Ambiente, gobernantes locales, Diputados y autoridades competentes, que los ayuden, pues el proyecto no fue socializado con ellos, olvidando su participación como comunidad, el cual está a escasos 2 kilómetros de la población, afectando a estas zonas donde habitan de 200 a 300 familias.
Asimismo, los habitantes de barrios como 20 de Julio y Villa Campestre en el municipio de Pijiño del Carmen, piden la intervención del relleno, pues manifiestan que también se están viendo afectados.
Reacción de los mandatarios
Ante las quejas, los mandatarios de Santa Ana, Santa Bárbara de Pinto, San Zenón, San Sebastián y Pijiño del Carmen, se opusieron a recibir el relleno sanitario por presentar fallas estructurales y vías de acceso en malas condiciones.
El proyecto, según la evaluación de los alcaldes presenta un sinnúmero de inconvenientes, que hacen inviable el funcionamiento adecuado del relleno que una vez entregado por aguas del Magdalena deberá ser operado por las administraciones municipales.
Entre las fallas detectadas están la mala calidad de los materiales utilizados, la ubicación del lote y los daños ambientales que podría causar a su alrededor una vez entre en operación.