El proyecto de reforma tributaria que se discute en el país plantea una modificación estructural en el impuesto de renta para personas naturales, con incrementos en las tarifas y la eliminación de beneficios que hasta ahora reducían la carga fiscal para algunos contribuyentes.
Según la propuesta, la tarifa mínima de renta se mantiene en 19 %, pero los tramos superiores tendrán aumentos progresivos. Quienes registren ingresos anuales por encima de 84 millones de pesos enfrentarán incrementos que podrían llegar hasta el 41 % para los rangos más altos.
Entre los cambios más relevantes se encuentra la eliminación de la deducción por dependientes, que actualmente permite descontar hasta 72 Unidades de Valor Tributario (UVT). Con esta medida, desaparece un beneficio que favorecía a trabajadores y profesionales con cargas familiares.
La reforma también modifica el tratamiento de los dividendos, suprimiendo beneficios vigentes y ampliando la base gravable. Esto implicará que los aportes recibidos por los accionistas estarán sujetos a una tributación más estricta. Aunque la estructura mantiene las tarifas marginales, se aclaró que la retención en la fuente no se aplicará de manera inmediata, sino de forma gradual.
En el caso del impuesto al patrimonio, el umbral para empezar a pagar sube de 1.991 millones a 3.585 millones de pesos, estableciendo un esquema escalonado que va del 0,5 % al 5 %, según el nivel de riqueza declarada. Este cambio busca concentrar la carga en las personas con mayor acumulación de bienes.
La iniciativa incluye además un componente orientado a los activos digitales y criptomonedas.
Las plataformas de intercambio y casas de cambio que operen en el país deberán reportar todas las transacciones a la DIAN, con el fin de ampliar la supervisión fiscal en un sector que ha crecido de manera acelerada y que hasta ahora tenía menor control.
De aprobarse en el Congreso, la reforma representará un cambio significativo en el esquema tributario colombiano, impactando especialmente a quienes cuentan con ingresos altos, patrimonios elevados o rentas provenientes de dividendos y activos digitales.
