El nombre de Jesús María Aguirre Gallego, quizás no es muy conocido por los colombiano; pero al referirse de alias ‘Chucho Mercancía’, el semblante cambia de desconocimiento a “terror”. El siniestro personaje es un señalado narco que tiene a, por lo menos, 80 hombres encargados de extorsiones a empresarios y rutas del narcotráfico por el sector turístico de la zona de la Sierra Nevada de Santa Marta.
Por esta razón el presidente de la República, Iván Duque Márquez anunció que irá tras él “lo capturaremos y procederemos a su extradición”.
Se estima que cada mes, la banda de Aguirre recibe entre 6.000 y 7.000 millones de pesos por ese concepto, según la Fiscalía.
Aguirre Gallego es conocido como ‘Chucho Mercancía’ y llegó a ser el máximo jefe de los ‘Pachenca’ luego de que en el 2013 recobró su libertad tras permanecer un año y dos meses en prisión. Su captura se dio en abril del 2012, en el corregimiento de Guachaca, en inmediaciones del parque Tayrona.
Justamente esa región, la vereda Calabazo y la troncal Caribe son los tres corredores en los que ‘Chucho Mercancía’ tiene su poder intimidatorio, según informes de inteligencia militar. Adicional a ello, en zona urbana de Santa Marta se extiende una red de microtráfico que cubre toda la cadena: desde el procesamiento de los alcaloides hasta su distribución.
El Ejército dice que esta misma red tiene bajo su mando grupos de sicarios que son los encargados de los cobros por cuentas pendientes del narcotráfico.
En el expediente aparece que ‘Chucho Mercancía’ se inició en la ilegalidad cuando hizo parte de las estructuras paramilitares de Rodrigo Tovar Pupo, ‘Jorge 40’, y posteriormente integró la banda de los ‘Nevados’, de los mellizos Mejía Múnera.
Tras el fin de esa banda, de acuerdo con los investigadores, pasó a prestar protección a los cargamentos de la banda ‘clan Úsuga’.
Las autoridades advierten que pese a las diversas operaciones en su contra, Aguirre no ha sido detenido debido a que cuenta con apoyo de civiles en los lugares por los que se moviliza.
“La gran mayoría de los integrantes de su estructura criminal hacen parte de su núcleo familiar y están en la misma región de su área de injerencia (…), esa red es la que le advierte de los movimientos de tropas”, señala un informe de inteligencia del Ejército.
También se presume que tiene contactos en las diferentes instituciones que le advierten de las operaciones que se van a realizar en su contra.
El mismo documento indica que una de sus estrategias es escudarse en la población civil, ubicándose cerca de las viviendas.
La banda de Aguirre es la única que queda en la zona luego de la desarticulación de los ‘Mingos’, los ‘Lapeiras’ y los ‘Caimanes’.