El cuerpo fue escondido entre cajas y sombrillas.
El lamentable hecho se presentó en el Carrefour del barrio Torre, ubicado en la ciudad de Recife, en Brasil.
De acuerdo con los medios locales, un empleado, identificado como Moisés Santos, de 53 años, murió de un infarto en la tienda.
Sin embargo, los administrativos del almacén, en vez de llamar a las autoridades, escondieron el cuerpo bajo paraguas y cajas y siguieron atendiendo hasta la hora de cierre.
No obstante, el hecho no pasó desapercibido por los clientes, quienes captaron la escena en fotos que actualmente circulan ampliamente en redes sociales.
Al respecto, la compañía emitió un comunicado en el que lamenta la situación: “Carrefour pide disculpas en relación a la forma inadecuada en que trató el triste e inesperado fallecimiento del señor Moisés Santos, víctima de un ataque cardíaco, en la tienda de Recife (Pernambuco). La empresa se equivocó al no cerrar la tienda inmediatamente después del hecho, a la espera del servicio funerario”.