Varias teorías hay sobre el origen de Halloween, la celebración que gran parte del mundo occidental y especialmente en América, toda relevancia el último día de octubre.
En primer lugar, la palabra Halloween es una forma de acortar las palabras en inglés All Hallow’s Eve, frase que se traduce al español como Víspera de todos los Santos.
El Halloween es una fiesta de origen pagano que se celebra la noche del 31 de octubre, víspera del Día de Todos los Santos, y que tiene sus raíces en el antiguo festival celta conocido como Samhain (pronunciado Sow-In), que significa ‘fin del verano’ y se celebraba al finalizar de la temporada de cosechas en Irlanda para dar comienzo al ‘año nuevo celta’, coincidiendo con el solsticio de otoño.
Los celtas (llamados así por los griegos, mientras que los romanos los denominaron galos) eran un pueblo galo que emigró a Asia Menor y se estableció en la región llamada Galacia.
La tradición de tallar verduras, nabos preferentemente, utilizados como linternas responde a la creencia de que estas esculturas protegían a los humanos de los espíritus de los difuntos que esa noche erraban entre los vivos.
El uso de la calabaza fue añadida posteriormente a la simbología que rodea la fiesta de Halloween. Cuando los irlandeses emigraron a Estados Unidos importando esta tradición se dieron cuenta de que era mucho más fácil tallar una calabaza que un nabo.
CELTAS Y DRUIDAS
Hoy se desconoce el momento exacto en el que el Samhain empezó a celebrarse. Tan solo se sabe que tenía como protagonistas a los hechiceros britanos y que ya se practicaba antes de la conquista romana de las islas. La cual comenzó con Julio César en el año 55 a.C. y acabó de materializarse en el 43 con Claudio. Independientemente de la fecha concreta, todas las fuentes coinciden en que la fiesta giraba alrededor de los druidas, los sacerdotes del pueblo celta.
Un pueblo que, como bien señalan los autores John Ankerberg y John Weldon en su libro Facts on Halloween, vivía en el norte de Francia y las Islas Británicas. ‘Era un pueblo que practicaba las artes ocultas y adoraba a la naturaleza, a la que atribuía cualidades animísticas o sobrenaturales’, determinan los expertos.
NO LLEGA A ESTADOS UNIDOS HASTA EL SIGLO XIX
A partir del siglo IV, España comenzó a celebrar la festividad del Día de Todos los Santos. Esta celebración conmemoraba a todos los mártires perseguidos durante los primeros siglos del cristianismo.
En un primer momento, esta fiesta se comenzó a celebrar el 13 de mayo pero, por orden del papa Gregorio III, la festividad pasó a celebrarse el 1 de noviembre con el objetivo de sustituir a la fiesta del Samhain.
No sería hasta mediados del siglo XIX cuando la tradición llegó a Estados Unidos. Esta festividad llegó al gigante americano después de que miles de irlandeses inmigraran durante la ‘Gran hambruna irlandesa de 1845’.
Además de esta fiesta, los irlandeses incorporaron otras como ‘San Patricio’, el patrón irlandés o el personaje ‘Mister Sandman’. A su llegada a Estados Unidos, la fiesta de Halloween se había convertido en una mezcla entre el Samhain celta y la católica Víspera de Todos los Santos.
A partir de entonces, Estados Unidos comenzó a crear una fiesta desvinculada de la paganidad y orientada al consumo. Desde las famosas calabazas hasta el ‘Truco o trato’, sin dejar de lado la cada vez más característica decoración para los hogares.