“Aún no estoy bien con esta gripe. La voz no es buena”, expresó.
El Papa Francisco apareció este miércoles ante miles de fieles en la audiencia general después de haber cancelado su viaje a Dubái para participar en la conferencia climática COP28 y afirmó que aún no está bien, por lo que el discurso lo leería su colaborador.
“Aún no estoy bien con esta gripe. La voz no es buena”, explicó a los fieles presentes en el aula Pablo VI del Vaticano antes de que su catequesis la leyera un colaborador.
Antes de la audiencia, había pasado lo mismo al recibir al club de fútbol escocés del Celtic, pues prefirió que su colaborador pronunciase el discurso preparado y después improvisó algunas palabras.
A pesar de sus recientes problemas respiratorios que le obligaron a cancelar su viaje, como ya ocurrió en la visita de Congo y Sudán del Sur que fue reprogramada por sus problemas en la rodilla, este martes recibió y charló durante más de dos horas con los obispos españoles a quienes había convocado para analizar la situación de los seminarios en España.
Aunque con voz débil y un poco de tos, el papa sí tomó la palabra para realizar un nuevo llamamiento por la paz: “Continuemos rezando por la grave situación en Israel y Palestina. Por la paz, por favor. Espero que continúe la tregua en curso en el país para la liberación de todos los rehenes y el acceso a la ayuda humanitaria necesaria”.
Ya durante el ángelus del pasado domingo, Jorge Bergoglio tampoco se asomó al palacio pontificio y se quedó en la capilla de su residencia, la Casa Santa Marta, para rezar la oración dominical que fue transmitida por los medios vaticanos.
Sin embargo, hasta este martes Francisco esperaba mantener su compromiso de partir el viernes hacia la COP28, como había asegurado el domingo, e incluso el portavoz vaticano, Matteo Bruni, había organizado ayer mismo la habitual rueda de prensa para presentar los últimos detalles del viaje y confirmado que mantendría una treintena de encuentros bilaterales.
Francisco, que cumplirá 87 años el 17 de diciembre, ha tenido varios achaques este año debido a la edad y una operación complicada por una hernia abdominal.
En abril, fue hospitalizado tres días por una bronquitis que tuvo que ser tratada con antibióticos y que preocupó ya que el pontífice llegó con fiebre y en ambulancia y en junio, por sorpresa, y ante la presencia de unas adherencias debido a su anterior operación por divertículos en el colon en julio de 2021, tuvo que volver a ser operado de una hernia abdominal y estuvo ingresado nueve días.
EFE