Según un informe, en el 2024 cada 55 horas una persona de esta comunidad fue asesinada en el país.
Un preocupante informe ha dado a conocer la organización Caribe Afirmativo en cuanto a violencia en contra de las personas LGBTIQ+ en Colombia.
Según el informe “Con permiso para despreciar”, durante el 2024 se recrudeció la violencia sexual y el asesinato de personas de esta comunidad, alcanzando la triste estadística de 164 personas asesinadas, es decir, una cada 55 horas y cada día al menos dos fueron víctimas de agresión sexual.
En Colombia, ser una persona LGBTIQ+ sigue representando un riesgo constante para la vida, la seguridad y la libertad. Tener una orientación sexual o identidad de género diversa continúa siendo considerado por varios sectores de la sociedad un motivo válido de persecución, exclusión y violencia en múltiples formas: homicidio, agresión sexual, hostigamiento virtual, discriminación cotidiana y abuso policial.
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El informe expone que estas violencias no son hechos aislados, sino parte de un sistema estructural de agresión sostenida que se basa en el prejuicio social e institucional.
Creció la violencia digital
El informe destaca, por primera vez, la violencia digital como un eje de análisis. Se documentaron 1.096 víctimas, siendo los hombres gais y bisexuales los más afectados, seguidos por mujeres lesbianas y personas trans.
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Las agresiones incluyen acoso en redes sociales, outing (revelación forzada de identidad), pornovenganza, suplantación de identidad y amenazas. La falta de legislación específica y la inacción de las plataformas digitales perpetúan esta forma de violencia, que tiene consecuencias devastadoras para la salud mental y la seguridad de las víctimas.
Violencia en las cárceles
A diciembre de 2024, el INPEC reportó 1.293 personas LGBTIQ+ privadas de la libertad, muchas de las cuales enfrentan violencia estructural, hacinamiento, exclusión de servicios de salud, violencia sexual y discriminación institucional.
Los registros del sistema penitenciario son deficientes y no reflejan adecuadamente la diversidad de identidades. Además, muchas de las quejas no reciben atención efectiva, lo que perpetúa la impunidad. La situación es especialmente crítica en la región Central y Oriental, con casos documentados de agresiones físicas y psicológicas en centros penitenciarios como el de Barranquilla. A través de este informe, la organización exige una transformación estructural urgente en las políticas públicas, el sistema judicial, y la cultura institucional en Colombia.
