La erosión se reactivó y se encuentra el río Magdalena a 500 metros de la cabecera municipal.
El pasado 23 de diciembre se reactivó el proceso erosivo en el municipio de Salamina, Magdalena. A las 2:30 de la mañana el sueño de los habitantes fue interrumpido por una nueva emergencia que arrasó con 100 metros de tierra.
Esta nueva socavación se presentó en el kilómetro 1.8 de la vía que conectaba a Salamina con El Piñón, donde se encontraba el antiguo dique de protección de inundaciones. Ahora el afluente quedó a 500 metros de distancia de la cabecera municipal.
Lo que más desagrado y preocupación ha generado en las autoridades locales y sus habitantes, es que la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo y la Oficina para la Gestión del Riesgo de Desastres del Magdalena no han hecho presencia en el municipio.
El secretario de Gobierno de Salamina, Jaime Solano, afirmó que el director de la entidad del riesgo nacional está ausente del municipio hace cuatro meses.
“No han invertido, no nos han acompañado y nos dejaron solos frente a un río poderoso que amenaza con arrasar con la comunidad”, manifestó el jefe de la cartera de Gobierno.
Recordemos que, el 30 de agosto de 2020 se presentó el primer evento erosivo de gran magnitud que dejó al descubierto la emergencia que se le venía a Salamina por cuenta de los embates del río Magdalena; desde entonces las autoridades solo han ejecutado paños de agua tibia.
“Ellos antes venían, pero en los últimos meses han descuidado el terreno. Están bastante lejos de la situación como si poco o nada les importara”, aseveró Solano.
Respuesta ante la emergencia
Ante los pocos recursos que tiene el municipio para atender de manera oportuna la emergencia, la Alcaldía recurrió al Instituto Nacional de Vías -Invías-, que se encuentra ejecutando las obras del plan maestro, para iniciar acciones para evitar la inundación de predios.
El Invías es el encargado de la construcción de 5 espigones y el dique de protección que va de Salamina a El Piñón en una extensión de 10 kilómetros, por lo que ahora se encuentra trabajando en el área que tuvo el nuevo proceso erosivo en días pasados.
“Con estos contratistas estamos aquí interviniendo la zona para brindarles una protección en la parte posterior del dique que se fue en días pasados y tratar de ganar tiempo, mientras se define el dique que se construirá”, puntualizó el secretario.
La comunidad sigue a la espera de que la UNGRD y la Ogricc departamental atiendan sus suplicas y le den importancia al evento natural que puede acabar con sus vidas.
“Aquí solo vienen para la foto, pero mientras tanto el pueblo está padeciendo. No dormimos pensando que el río va a matarnos. Están esperando que la muerte nos alcance”, dijo Emperatriz, una habitante.
Santa Marta Al Día intentó contactarse con el jefe de gestión del riesgo departamental, pero no atendió el llamado.