El uniformado sufrió una pedrada el pasado viernes 22 de noviembre, cuando se desarrollaba la segunda jornada de protestas en Bogotá.
Walfran Enrique Narváez fue el uniformado que lastimosamente, el pasado viernes, por el impacto de una piedra, perdió la totalidad de su ojo izquierdo. El patrullero, quien está enamorado del América de Cali, de su oficio y de su pequeña de tres meses, aun sigue hospitalizado en la capital del país.
De acuerdo con la información que recopiló el diario El Espectador, ese día, a las 4:30 de la tarde, el uniformado y su compañero Ronald Patiño, con quien trabaja hombro a hombro desde hace dos años, se movilizaban hacia el barrio San Bernardo, para realizar un patrullaje de rigor.
Según el medio de comunicación, de repente, un grupo de manifestantes emprendió un ataque con piedras y palos contra los uniformados, desde el puente ubicado en la carrera 10 con calle 6.
“Sentí que mi compañero quedó inconsciente. Logré moverlo, le pregunté qué había pasado y me dijo que lo habían golpeado. Cuando lo miré, había sangre de él en mi chaqueta reflectiva”, le dijo a El Espectador Ronald Patiño, quien de inmediato, se resguardó junto a Narváez en el deprimido, para evitar más ataques.