Comunidad solicita a la autoridad ambiental enviar una comisión para que verifique la situación y exigir soluciones urgentes a la administración local.
Durante más de dos décadas, los residentes de la cabecera municipal de Pijiño del Carmen han lidiado con el persistente problema del mal manejo de las aguas residuales, que desembocan en unas lagunas de oxidación cercanas al complejo cenagoso El Palmar.
La comunidad sostiene que, a pesar de innumerables denuncias, la problemática de contaminación sigue sin resolverse, y las soluciones ofrecidas por la administración municipal se han quedado cortas. Los esfuerzos realizados hasta la fecha se han comparado con “paños de agua tibia” que no abordan la raíz del problema.
Un denunciante indignado informó: “En menos de 15 días, llevaron a cabo algunos trabajos que no tuvieron ningún impacto. Hoy en día, el vertido de aguas residuales sin tratamiento persiste, y estos desechos fluyen directamente hacia la ciénaga.”
Los afectados subrayan que la situación se agrava constantemente, ya que estos líquidos son altamente contaminantes, afectando gravemente una de las principales fuentes económicas del municipio: la pesca.
Hacen un llamado urgente a la Corporación Autónoma Regional del Magdalena (Corpamag) para que envíe una comisión que verifique la ineficacia de los trabajos realizados recientemente. La situación representa un riesgo tanto para el consumo de pescado como para el ganado que pasta en la zona, lo que supone una doble amenaza para la economía y la alimentación de la población pijiñera.
El denunciante agrega que esta crisis sanitaria afecta directamente la salud de las personas, instando a que se tomen medidas concretas antes de que se produzcan consecuencias irreparables.
Además, señala que los terrenos que albergan las lagunas de oxidación aún no son propiedad del municipio, ya que no se ha logrado llegar a un acuerdo con los propietarios, quienes han sufrido las consecuencias del vertido de estos líquidos en sus animales y cultivos.
El panorama es extremadamente preocupante, y la comunidad insta una vez más a las autoridades ambientales a tomar medidas urgentes y a la administración local a cumplir adecuadamente con las solicitudes presentadas. El denunciante concluye: “A pesar de los intentos de encubrir el problema superficialmente, estas soluciones a medias solo empeoran la situación, poniendo en peligro la salud y la economía de los habitantes de Pijiño”.