Tras la lluvia críticas que ha recibido por la presencia de jefes de bandas criminales durante un evento en la ciudad de Medellín, el mandatario salió al corte manifestando que estos no eran delincuentes, sino personas.
El presidente de la República, Gustavo Petro, salió al corte de las críticas ante el evento llevado en la ciudad de Medellín donde se vio acompañado de jefes de bandas criminales, argumentando que lo que hizo su administración fue “mostrar en público lo que antes se hacía por debajo de la mesa” y defendió la iniciativa como parte de una estrategia de paz urbana basada en la justicia restaurativa.
“Lo que hicimos en Medellín fue hacer lo que hacían a escondidas. Mostrar cómo se puede avanzar en un pacto de paz en los barrios. No subí delincuentes a la tarima. Subí personas. Personas que están privadas de la libertad y en proceso de rehabilitación”, aseguró.
El mandatario aseguró que en gobiernos pasados hubo verdaderas negociaciones políticas con cabecillas, mientras que su política es transparente. “¿Quiénes hablaron con ellos? ¿Quiénes los negociaron? Con delincuentes hablaron alcaldes y otros políticos. una persona presa no es un criminal, es alguien en rehabilitación”, dijo.
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Petro defendió que la mayoría de las personas presas son individuos con derechos, y que deben ser rehabilitados por el Estado.
De otro lado Petro advirtió que a quienes manejen violencia en las cárceles, hay que meterlos en las fragatas de la Armada Nacional “o a la cárcel de seguridad más alta que tengamos, pero la gran mayoría de los presos son personas en rehabilitación, ninguno puede perder la característica de persona, un ser, un individuo de la humanidad que tiene derechos”.
