Monseñor José Mario Bacci Trespalacio participó en la “Visita a los umbrales de los Apóstoles” del segundo grupo de obispos colombianos en Roma.
El Obispo de la Diócesis de Santa Marta, monseñor José Mario Bacci Trespalacio participó en la Visita Ad Limina Apostolorum (“Visita a los umbrales de los Apóstoles”), del segundo grupo de obispos colombianos.
Durante la reunión, Bacci Trespalacio tuvo un encuentro con el Papa Francisco, en un espacio en el que cada obispo, tenía un breve diálogo con el Santo Padre y, luego, en una sesión sencilla y fraterna, en diálogo franco, Su Santidad dio orientaciones a los obispos colombianos acerca de su misión pastoral ante los desafíos del país.
“Mons. José Mario le informó al Santo Padre acerca de la celebración próxima de los 500 años de la ciudad, en 2025, y de la Diócesis de Santa Marta, 2033. Nos animó a tomar, en discernimiento sinodal, las iniciativas más adecuadas para vivir este tiempo de acción de gracias y de renovada decisión en el servicio pastoral junto al santo pueblo fiel de Dios”, informó la Diócesis.
Así mismo, detalló que “tenemos, ante nosotros, dos desafíos: conocer a fondo a los miembros del pueblo de Dios de nuestro departamento para sintonizar adecuadamente con sus búsquedas más profundas y anunciarles a Jesucristo, don de Dios para todos”.
Agregó “Y también, lograr, a través de la construcción conjunta de un nuevo plan de pastoral, dar a la Diócesis mayor identidad y cohesión. ¡Que esta visita represente para la ciudad y para la Diócesis un soplo de aire fresco que nos traiga renovación, entrega generosa, participación gozosa en la misión de anuncio de Jesucristo, el Señor!
¡Que nuestra ciudad recupere la esperanza, que todos sus habitantes, especialmente los más pobres y vulnerables, encuentren oportunidades de crecimiento y de superación de sus condiciones de vida para que “haya vida y vida abundante para todos””.
Cabe anotar, que el encuentro de los obispos colombianos fue del 16 al 23 de abril y tuvo lugar en Roma.
La visita, en sus diferentes momentos litúrgicos, pastorales y de fraterno intercambio, tiene un preciso significado para el Obispo: acrecentar su sentido de responsabilidad como Sucesor de los Apóstoles y fortalecer su comunión con el Sucesor de Pedro.
La visita, además, constituye un momento importante para la vida de la misma Iglesia Particular, la cual, por medio del propio representante, consolida los vínculos de fe, de comunión y de disciplina que la unen a la Iglesia de Roma y al entero cuerpo eclesial.