A nivel nacional más de 3 mil trabajadores quedarán desempleados.
La cadena de Tiendas Justo y Bueno tras estado en espera de un posible plan de salvamento económico en donde se pudiera solventar sus deudas que ascienden a 300 mil millones de pesos, no consiguió dicho recurso, por lo que seguirá el proceso de liquidación con el cierre de sus locales.
La decisión se toma luego de más de 13 horas de audiencias que estuvieron a cargo de Santiago Jaramillo Correa, Juez delegado y Superintendente, quien manifestó que dicha medida afectará a unos 3.200 trabajadores de las tiendas.
En el caso de Santa Marta, se encuentran 21 tiendas de la cadena, distribuidas por toda la ciudad y con la medida de cierre definitivo, se generará muy negativo en las cifras de desempleo para los cientos de samarios colaboradores de los locales.
En la audiencia antes citada, el juez ordenó al gerente liquidador, Darío Laguado, que en 24 horas expida un cronograma de entrega de los locales que no debe superar 20 días calendario, sin embargo, el liquidador solicitó que la fecha se extendiera al 8 de agosto.
Al comunicar la providencia proferida, Jaramillo explicó que la entrega de los locales se deberá hacer de manera ordenada y se previene a los propietarios que no ejecuten vías de hecho, que entreguen los locales y que permitan que sea de manera pacífica y evitar la afectación de bienes a terceros.
Además, solicitó a las compañías que tienen bienes dentro de los locales como cajeros y refrigeradores, desplegar acciones para retirarlos por su cuenta y riesgo, en línea con el cronograma.
El gerente liquidador manifestó que los recursos que requiere la sociedad para lograr el salvamento supera los $303.149 millones. Luego, el juez convocó a representantes de las empresas que hace unos meses expresaron el interés de consolidar propuestas de salvamento.
En respuesta al requerimiento, tanto Marco Gerardo Monroy como Alfonso Giraldo desistieron de hacer ofertas y no encontraron viable hacer una propuesta, ante lo cual la Supersociedades adoptó la decisión de dar continuidad al proceso de liquidación.