Mientras que varios de sus vecinos alertaban que “de papaya” un carro cisterna con gasolina se había volcado y que había oportunidad para tomar gasolina, varios de los que no consiguieron tanques para llenarlos del combustible, se lamentaban en un comienzo, pero hoy cuentan la historia como se libraron de estar hospitalizados.
Plinio Javier, un vecino de Puebloviejo, pero que se encontraba en los momentos del accidente del camión cisterna, visitando el corregimiento de Tasajera, asegura que por estar lejos de su casa no encontró tanques para abastecerse de gasolina; por lo que no pudo estar cerca del automotor en ese momento.
En ese momento, Plinio asegura que su mirada de lamentación, rabia por la oportunidad de perderse de ganarse unos pesos tomando la gasolina y pensando solo en una cosa: la plata.
Sin embargo, minutos después cuando vio lo que sucedió, cuando la columna de humo se paró frente al grupo de personas y que como un dragón de películas botó fuego contra los presentes, su rostro pasó de lamento a un asombro y lo único que pudo hacer fue, “darle gracias a Dios, pensé que era salado, pero más bien fui un bendecido”.
Al ver a varios conocidos con quemaduras en su cuerpo, aseguró que Dios le dio una oportunidad para ver lo mal estaba hacer parte de saqueos como el que pretendían adelantar los vecinos.
En medio de la preocupación de como sus amigos se encuentran en delicado estado de salud y otras personas murieron, ruega al cielo y solo dice: “gracias por salvarme, pero también salva a los enfermos”.