La situación precaria en la que estudian los cerca de 20 niños en el único salón de clases, ha sido aminorada con la llegada del internet y algunos computadores.
Para ir desde Aracataca en la cabecera municipal hasta la vereda Bocatoma hay que tomar un camino que en tiempo de invierno es imposible andar.
Pero esa no es la peor parte para esa vereda compuesta por varias fincas que colindan con una de las haciendas del grupo Daabon; pues en Bocatoma es difícil hasta estudiar.
Hace pocos días se conoció la historia de Luis Ángel y otros niños que apenas con una entrega hecha por el Ministerio de las Tic y la ART, también por el grupo Parex, hoy tienen internet, computadores y pupitres nuevos, pero en medio de tanta alegría las carencias siguen siendo muchas.
María De La Rosa, presidenta de la Junta Comunal llama la atención del estado en que se encuentran los baños en esa escuelita rural: “precarios, no hay”.
Pero otro vecino, que quizás lo escuchó de la sabiduría popular, hizo una referencia a una frase de su paisano Gabo, añadiendo un tono original: “acá no hay baño porque los niños pobres no tienen derecho a cagar, porque dicen que el día que la mierda valga plata, los pobres naceremos sin lo que sabemos”.
Y es que ellos titulares de hace algunos días decían que fue histórico que un niño encendiera un computador, seguramente una cosa tan sencilla y normal cómo ir a un baño, también será novedad en Bocatoma cuando se haga realidad, sin necesidad de ser el último invento de los alquimistas de Macedonia.
“Esperemos que las cosas sigan cambiando, pero para bien”, añadió la presidenta de la JAC en Bocatoma.