El gran número de estudiantes y la falta de infraestructura, ha llevado a la comunidad a improvisar salones de clases en lugares de ocio.
Las malas condiciones en algunos planteles educativos, el incremento en el número de estudiantes o la falta de garantías en las medidas de bioseguridad en los colegios, continúan generando problemas para el retorno progresivo a la presencialidad de la comunidad educativa.
Tal es el caso de una de las instituciones educativas de Guachaca, donde la comunidad optó por adecuar una gallera y un billar, para que los niños de preescolar y transición, puedan recibir sus clases con normalidad.
De acuerdo con Emilse Giraldo, presidenta de la Junta de Acción Comunal del corregimiento, la gran demanda de estudiantes y el no mantenimiento a las instalaciones durante los dos años de receso a causa de la pandemia, han llevado a los docentes a improvisar aulas, en lugares que han servido para el ocio de los guachaqueros.
Por lo anterior, la comunidad educativa, la JAC y padres de familia, les solicitan a las autoridades competentes la creación de un megacolegio o la adecuación y ampliación de las instalaciones ya existentes.
“Le pedimos al Distrito y al Gobierno Nacional un megacolegio, porque hay demasiados estudiantes. También, le solicitamos a la administración local, pasar los colegios a su nombre, para que se hagan las inversiones necesarias”, señaló Emilse Giraldo.
Finalmente, los padres de familia han expresado su preocupación por la salud de sus hijos, exponiendo que les inquieta los problemas de salud que podrían traerles dar clases en estos lugares.
“A pesar de que se improvisaron estos salones, hay que tener en cuenta que anteriormente fueron una gallera y un billar, lo que podría generar malos efectos en la salud de mis hijos”, indicó Neira Tarazona, madre de familia.