La mujer habitaba en una apartada región de la Sierra Nevada y llevaba tres días con el feto muerto dentro de su vientre.
Infructuosos resultaron los esfuerzos por salvarle la vida a una indígena arhuaca que había sufrido la muerte fetal intrauterina u óbito de un bebé que llevaba en su vientre.
El caso fue notificado a la Gobernación del Magdalena, que de inmediato activó todos los protocolos para el traslado y atención de la paciente desde el resguardo indígena arhuaco en la parte alta de la Sierra Nevada, comprensión del municipio de Fundación, hacia una clínica en la ciudad de Santa Marta.
Explicó el gobernador Rafael Martínez que la mujer llevaba 72 horas con el bebé sin vida dentro de su cuerpo, por lo que requería una intervención quirúrgica para extraerlo y salvar la vida de la madre. “Hicimos las gestiones con el Ejército Nacional que dispuso de un helicóptero para transportar a la paciente. Logramos trasladarla a una clínica donde se le prestaron todas las atenciones, pero infortunadamente falleció”, mencionó el mandatario.
Según la Organización Mundial de la Salud, la muerte fetal puede ser consecuencia de un problema en la mujer, la placenta o el feto. Cada año se producen casi 2 millones de muertes fetales en todo el mundo.
Si un feto muere cuando el embarazo está avanzado, o al principio, pero permanece en el útero durante semanas, puede aparecer un trastorno de la coagulación que puede causar una hemorragia grave a la madre, se explicó.