Tras
lograr en 2018 su quinto título y alcanzar al mítico Juan Manuel Fangio, Lewis
Hamilton buscará en la nueva temporada de Fórmula 1, que empieza el fin de
semana en Australia, una sexta corona que le deje a apenas una del hombre más
laureado de la historia, Michael Schumacher, que logró siete.
Hamilton
y Mercedes pondrán en juego sus títulos y tendrán en principio a Sebastian
Vettel y Ferrari como los teóricos adversarios principales.
Ese
previsible pulso por el título será casi lo único que tenga continuidad en la
F1, que experimenta importantes cambios en este 2019.
Para
empezar, con la aerodinámica de los monoplazas, que se simplifica para
facilitar los adelantamientos.
Los dirigentes del mundial anunciaron que se otorgará un punto adicional al piloto que logre la vuelta rápida en pista.
Este punto, no obstante, sólo se dará en el caso de que el autor de la vuelta rápida en carrera quede a su vez entre los 10 primeros del Gran Premio, los únicos que se reparten puntos (25 para el ganador hasta 1 para el 10°).
Se
precisó que también se otorgará un punto adicional a la escudería a la que
pertenezca el piloto más rápido, que sumará para la clasificación de
constructores, aunque para ello el piloto no deberá recibir ninguna sanción.
Pero sobre todo con las caras nuevas de la parrilla de salida. Solo Mercedes y Haas repiten la misma pareja de pilotos.
El
polaco Robert Kubica (Williams) y el ruso Daniil Kvyat (Toro Rosso) vuelven a
la competición reina del automovilismo, donde habrá cuatro debutantes; los
británicos George Russell (Williams) y Lando Norris (McLaren), el italiano
Antonio Govinazzi (Alfa Romeo Racing) y el tailandés Alexander Albon (Toro
Rosso).