Según la familia la prueba de Covid-19 dio negativo y temen porque cremen el cuerpo.
En medio del dolor que la embarga por la perdida de su hija de 11 años, una mujer pide a gritos que le devuelvan el cuerpo de su pequeña para darle cristiana sepultura en la tierra que la vio nacer. La menor murió en Santa Marta y ellas residen el corregimiento de Sevillano en Ciénaga.
El drama para esta madre comenzó hace más de 20 días cuando llegó al Hospital Julio Méndez Barreneche, con su hija enferma y con el pasar de los días en vez de mejorar la infanta empeoró su estado de salud, al punto que debió ser internada en la Unidad de Cuidado Intensivos, donde después de 15 días murió.
Marlenis Esther Hernández Truyol le contó a SANTA MARTA AL DÍA, que no entiende como su niña terminó muerta pues asegura que siempre que la vio estaba estable.
“Ella estaba tranquila, yo la lleve porque tenía un dolor en el estómago, era una paciente que estaba a la espera de un trasplante de hígado, pero se encontraba consciente y hablaba, nos bañamos y a las horas le dio un frío, le tomaron la fiebre, pero no tenía y le dieron medicinas, pero no mejoró, y entonces me sacaron y después de la llevaron para UCI”, contó.
Hernández Truyol aseveró que a ella era la única madre que no la dejan ver a su familiar, asegura que la vio cuando la sacaron a realizarle un examen y su estado no era critico como le decían los médicos, “nunca me pidieron autorización para entubarla, a ella le hicieron algo más”.
“Mi hija se llamaba Daylin Yurisnis Ballesteros Hernández y yo la vi cuando la sacaron a hacerle una ecografía, no tenía la barriga hinchada como me decían los médicos. Ella estaba bien y me dijo mami no me dejes sola, pero cuando la ingresaron otra vez a la UCI la llevaban dormida y de lado, ellos me le hicieron algo a mi niña y me la mataron”, detalló la desesperada madre.
SE NIEGAN A ENTREGARLE EL CUERPO
Pero como si no fuera suficiente la extraña partida de Daylin, ahora la familia lucha porque le entreguen el cuerpo para llevarlo a Sevillano y darle el último adiós.
“Mi hija no tenía Covid-19, yo tengo en mis manos el resultado de la prueba y dio negativo, no entiendo porque no me quieren dar. Ellos me dicen que me entregan el cuerpo, pero para sepultarlo en Santa Marta y yo allá no tengo a nadie, además ella es de acá y toda su familia también”, asegura la madre.
Desde el 21 de mayo que murió la menor la familia inició la batalla para llevarse el cuerpo de la niña, lo cual no ha sido imposible y piden ayuda al Gobierno y a las entidades correspondiente para que esta tortura termine.
“Esto que están haciendo es muy dolorosos, nosotros estamos sufriendo ya es suficiente devueltamente a mi hija”, expresó en medio de lágrimas la madre.
La familia Ballesteros Hernández dijo que emprenderán acciones legales para encontrar la verdad de lo que sucedió con su hija de 11 años. Pero por ahora lo único que imploran es que les entreguen el cuerpo, pues temen que se cremado.