El casó ocurrió en una clínica de Seúl, Corea del Sur, cuando la enfermera confundió la historia clínica de la paciente que tenía 6 semanas de embarazo.
Ni el médico ni la enfermera se molestaron en verificar la identidad de la mujer, que solo había ido al hospital a aplicarse una inyección nutricional.
De acuerdo con el medio CNN, la enfermera le inyectó anestesia a la paciente sin que esta lo supiera y luego el doctor procedió a extraer el feto, indicó la cadena de noticias.
Un oficial de policía surcoreano confirmó que tanto la enfermera como el médico reconocieron su culpa. Ahora, ambos enfrentan cargos por negligencia.
Aunque en abril pasado hubo una movilización para legalizar el aborto en Corea del Sur, este es un tema que aún se discute y que deberá ser revisado por el poder legislativo antes del 31 de diciembre del próximo año.
Por lo anterior, el aborto sigue siendo penalizado y técnicamente se castiga con hasta un año de prisión, aunque hay algunas excepciones.