El director de Migración Colombia, Juan Francisco Espinosa, dijo que cerca de 80.000 venezolanos han salido del país para retornar a su país, en medio de la pandemia. Sin embargo, al terminar la emergencia, asegura que muy probablemente regresarán, por lo cual el país se está preparando con tecnología biométrica para identificarlos.
Según le manifestó al diario El Tiempo el último dato es de 1’788.380. De ellos, un poco más de un millón están en condición de irregulares.
Un total de 80.000, lo que representa un 4,3 por ciento del total de los venezolanos que había para el momento del inicio de la pandemia.
“Lo que hicimos desde Migración, en un proceso organizado con la Federación de Departamentos, con Asocapitales, la Procuraduría, la Defensoría del Pueblo y la Presidencia de la República, fue generar un mecanismo y un protocolo que permite respetar el derecho a migrar, es decir, el derecho que tiene el venezolano de ir a su país, pero en un marco de organización y respeto por la legalidad colombiana, de manera tal que se proteja tanto al migrante como a las comunidades de paso, y las de frontera”, dijo el Director de Migración.
En la entrevista concedida al diario El Tiempo, el funcioanrio respondió a las irregularidades en algunos traslados: “Así es, por eso ha sido necesario sancionar a 30 empresas de transporte por parte de Migración. La Superintendencia de Transporte también ha intervenido en este proceso”.
¿Estos transportistas ilegales son los que han generado líos en los puntos de frontera?
Todo el foco de migración ha estado determinado por la capacidad limitada que tiene Venezuela de recibir a sus connacionales. Entonces, con base en la capacidad que ha expresado la autoridad migratoria venezolana, hemos procedido a organizar la logística que permita que no se desborden las capacidades de los municipios y departamentos en zona de frontera.
Eso quiere decir que para cada bus que se mueve con migrantes hay un permiso que se coordina con el alcalde local, con Migración Colombia y con la autoridad de tránsito para que en las carreteras puedan circular hacia la zona de frontera, en donde lo que se busca es que esperen el menor tiempo posible y puedan ejercer su derecho a migrar. Cuando un bus se mueve de manera irregular nos afecta esa ecuación.
¿Cómo son los protocolos de bioseguridad?
La bioseguridad es la regla. Por eso, antes de que cada migrante se suba al bus la Secretaría de Salud del municipio donde se encuentra la población migrante hace un proceso de tamizaje, y se coordina con la Policía para verificar que las condiciones de bioseguridad y de seguridad del transporte se den. Y cuando llegan a la zona de frontera, la Secretaría de Salud del lugar hace una nueva revisión de salud.
Colombia también es país de tránsito de migrantes de Ecuador, Perú, Brasil. ¿Cómo se está manejando ese tema?
Las fronteras continúan cerradas, y hemos suspendido la entrega de los salvoconductos de tránsito. Únicamente se está permitiendo el ingreso de colombianos y extranjeros residentes. A los migrantes no se les permite el ingreso por restricciones de la pandemia.
Pero lo podrían estar haciendo por pasos irregulares…
Podría darse. Yo creo que aquí nosotros tenemos que decir las cosas con absoluta claridad. Y es que el hecho de que se produzca un cierre de fronteras no garantiza en un cien por ciento que no haya ingresos irregulares al territorio nacional.Frente a este tema se ha hecho un esfuerzo enorme con el Ministerio de Defensa y la Fuerza Pública para militarizar las fronteras, pero, dada su extensión, es imposible ubicar un uniformado en cada metro fronterizo.
¿Cómo ha cambiado la migración venezolana?
Vimos que en 2019 no hubo una creciente presencia de venezolanos en Colombia. Por primera vez, en cinco años, en este 2020 se empieza a ver el inicio de una tendencia decreciente de la población migrante en Colombia. En febrero eran 1’825.000; en marzo pasaron a 1’809.000, y en abril el dato es de 1’788.380, es decir, inicia un proceso de disminución.
¿Por qué?
Primero, es bien sabido que un altísimo porcentaje de la población migrante venezolana que hay en el país depende de mercados informales y estos han sufrido sustancialmente por las restricciones de movilidad asociadas al covid-19. Segundo, gran parte de los ingresos que obtiene esta población en Venezuela se derivan de las remesas que los venezolanos que salieron les envían desde el exterior.
Aquí es importante mencionar que hay un estudio del Fondo Monetario Internacional (FMI) que determina que el 6 por ciento de producto interno bruto (PIB) de Venezuela está asociado a las remesas. En la medida que los venezolanos no puedan enviar esa remesa, eso genera una desaceleración. Y, finalmente, con la entrada de gran cantidad de venezolanos al país se han ido copando las oportunidades de trabajo, y eso hace que se detenga la movilidad de venezolanos hacia Colombia.
¿Hay alguna característica que permita identificar a estos migrantes?
Tengo un dato importante, y es que el 36 por ciento de los migrantes son personas entre los 18 y los 29 años, es decir, una fuerza productiva enorme. Eso también sugiere que en Venezuela se puede estar produciendo un envejecimiento poblacional, porque los jóvenes han ido migrando no solamente hacia Colombia, el Cono Sur, Europa y Estados Unidos y los ciudadanos de mayor edad se estarían quedando en Venezuela.