Las primeras pesquisas arrojan que la incursión armada que dejó cuatro personas muertas y 6 más heridas, se dio como retaliaciones entre las bandas ‘Los Carperos’ el Clan del Golfo.
Ya han pasado más de 48 horas desde que los habitantes del corregimiento de Palermo, jurisdicción del municipio de Sitionuevo, Magdalena, vivieron un nuevo capítulo de horror luego de que un comando armado incursionara en un billar y disparara contra los presentes, dejando el saldo de cuatro personas muertas y seis más heridas, según lo informado por el comando de la Policía Metropolitana de Santa Marta.
Ante este hecho de sangre que agrava la situación de seguridad en el departamento, el comandante de la Mesan, coronel Jaime Ríos Puerto, dijo en conferencia de prensa que los asesinatos obedecen a una posible confrontación de las bandas ´Los Carperos´ y el Clan del Golfo.
“Las investigaciones no llevan a poder establecer qué estamos hablando de un ajuste de cuentas, una respuesta a una acción delincuencial ante una posible confrontación de estructuras en esa jurisdicción”, dijo el oficial.
Los hechos
Lo que comenzó como una noche de sábado llena de música, baile y tragos en el billar ‘El Líder’ ubicado sobre la Troncal del Caribe, rápidamente se convirtió en un infierno ante el sonido de las ráfagas disparadas por más de cinco hombres contra todos los presentes.
Dejando el saldo de cuatro personas muertas, las cuales fueron identificadas como: Marlon Pertuz Gutiérrez, natural de Remolino, Magdalena; así como Zoraida Atencio Sierra y su esposo, cuya identidad aún no ha sido confirmada, los cuales murieron en otro punto del pueblo. También se reporta la muerte de otro hombre identificado como Francisco Guzmán.
Varias personas heridas fueron trasladadas a centros asistenciales en Palermo y en Barranquilla. El coronel Ríos recalcó que está recabando información que les permita orientar esa línea investigativa que llevan y poder materializar una respuesta, a partir de lo que está recolectando y lo que esté orientando a la Fiscalía para generar unas ordenes de captura.
