El departamento se ubica como el cuarto que más depende de los sectores previstos como los más afectados entre ellos el turismo industria cultural tradicional, comercio, reparación de bienes, hoteles y restaurantes, transporte, moda y automóviles.
La fuerte dependencia económica que constata la alta vulnerabilidad social que atraviesa el Distrito por el cierre de los servicios turísticos y otras fuentes de ingreso a causa del Covid-19, han dejado como saldo la masacre laboral de más de 60 mil samarios.
Los gremios como la Cámara de Comercio, no entregan datos muy alentadores sobre lo que se avecina para el Magdalena, pues en un reciente informe indica que más del 50% de los magdalenenses podrían enfrentarse a condiciones de pobreza aguda al finalizar el año.
En el sexto boletín del estudio de monitoreo de impacto económico ocasionado por la pandemia del coronavirus, la entidad devela datos alarmantes para la recuperación del tejido empresarial del territorio.
El estudio evidencia que la intensidad de los efectos de la crisis por actividad económica ha sido más fuerte en los sectores de servicios de turismo, industria cultural tradicional, comercio, reparación de bienes, hoteles y restaurantes, transporte, moda y automóviles; y son precisamente estos sectores productivos los que aportan el 23,7% del PIB departamental y el 42% del empleo.
Como proyección para finalizar el 2020, la crisis incrementará los índices de pobreza monetaria de Colombia, que según cálculos de Fedesarrollo y la Universidad de los Andes aumentará entre en un 10% y 15%; y como hecho lamentable, en el escenario menos pesimista, un poco más del 50% de los magdalenenses se encontrarán en condiciones agudas de pobreza, donde los hogares más afectados serán los estratos bajo y medio, quienes dependen fundamentalmente de sus salarios.
Por otro lado, las soluciones y alivios financieros ofertados por el Gobierno Nacional en medio de la emergencia no han logrado ser aprovechados significativamente por las empresas del Magdalena: hasta el 7 de julio del 2020, se registraron sólo 1.910 operaciones de créditos, una cifra que cubre menos del 5% del tejido empresarial activo. Asimismo, en el Departamento 1.742 Mipymes, trabajadores independientes y empresas informales han sido beneficiados en hasta un 90% por las líneas de crédito del Fondo Nacional de Garantías -FNG-.
En este sentido, los créditos otorgados han sido dirigidos a capital de trabajo (52%), microfinanzas (20%), trabajadores independientes (17%), y pequeñas y medianas empresas para el pago de nómina (9%). Lo anterior revela los grandes obstáculos para el acceso a créditos, entre los cuales se identifican la baja proyección de flujo de caja, el incumplimiento de algunos requisitos impuestos por los intermediarios financieros y la desinformación por parte del empresariado.
Dadas estas circunstancias, y teniendo en cuenta la baja de participación de los desembolsos para el Departamento frente a los cupos dispuestos a nivel nacional (menos del 0,003%), el estudio de la Cámara de Comercio recomienda a la Gobernación del Magdalena y a la Alcaldía Distrital de Santa Marta generar líneas de créditos locales en asocio con Bancoldex, así como el diseño e implementación de un paquete de alivios tributarios que contengan el aplazamiento de pagos, la disminución de tasas y la eliminación parcial y/o definitiva de algunos impuestos.
Además, se hace apremiante la instalación de las Mesas Permanentes de Reactivación Económica Distrital y Departamental, donde los gremios, la academia y el sector público puedan dialogar sobre la ruta a emprender para dar solución a la coyuntura económica.
