La mujer, quien tiene problemas mentales, fue embarazada por su expadrastro, un hombre 20 años mayor que ella.
Brittany Renee Pilkington, de 27 años, iba a enfrentar un juicio en Ohio, pero la confesión del asesinato por asfixia de sus tres hijos varones hizo que el proceso se suspendiera y se dictara un veredicto de 37 de años de prisión, en vez de la pena de muerte.
La joven fue capturada en agosto de 2015, cuando encontraron muerto al último de sus hijos, de 3 meses. Los otros niños fallecieron en abril de ese año y en julio de 2014.
El expadrastro de Brittany, Joseph Pilkington, se declaró culpable de tener relaciones sexuales con ella cuando era una adolescente, quedando embarazada en 2009.
Uno de los abogados de la confesa asesina reveló que su cliente fue víctima de abuso físico y sexual.
“Sus padres, las agencias de servicios sociales y las escuelas, todos, fallaron al protegerla; esos traumas desencadenaron en ella problemas mentales” señaló el jurista.
“Lamentablemente, está más segura y mejor viviendo en la cárcel que afuera”, precisó sobre su cliente.
El fiscal del caso manifestó que no había evidencia de que las muertes de los otros dos niños tenían que ver con un crimen, por lo que no pudieron predecir que el otro bebé fallecería.