Como un chico de ambiente, amiguero, rumbero, enamoradizo y ferviente hincha del Junior describió Eliana Cantillo al segundo de sus hijos, Dawin Estiven Mendoza Cantillo, de 18 años, quien fue encontrado muerto el pasado lunes en medio de la Troncal del Caribe, en jurisdicción del municipio de Sitionuevo.
De acuerdo a lo publicado por el diario El Heraldo, su pasión por el equipo tiburón lo llevó a recorrer varias ciudades de Colombia para acompañar los encuentros futbolísticos y, precisamente, en uno de esos viajes, el más “sencillo” de todos, perdió la vida.
“Mamá voy cerquita, me he ido más lejos y nunca me ha pasado nada”. Eso le contestó Dawis a Eliana cuando esta, como toda madre preocupada ante la incertidumbre de esta clase de viajes, le pidió que se cuidara.
La última vez que Eliana y su hijo compartieron fue la noche del sábado en la casa de los abuelos ubicada en el barrio Santuario.
“Ese día llegó a pedirme que le diera para los pasajes porque se iba a ver al Junior en Santa Marta. Se despidió de todos nosotros cariñosamente, nos dijo a su hermano y a mí que nos amaba. Yo le dije que se fuera el domingo en la mañana, que si ya tenía la plata no tenía necesidad de mulear”.
Dawin Estiven salió a las 8:00 p.m. en compañía de varios amigos rumbo a la calle 17, donde solían pedir chance a buses intermunicipales o colarse de mula en mula para llegar al destino, si cuentan con la suerte.
Dawis logró llegar a la capital del Magdalena y disfrutar del partido entre el Junior y el Unión Magdalena.
“Amigos de él dijeron que lo vieron en las graderías del estadio, pero le perdieron el rastro a la salida a Barranquilla”.
Eliana volvió a saber de su hijo cuando la mala noticia llegó a través de una llamada a su celular.
Dawis Estiven estaba muerto. Al parecer, había caído de la mula en la que viajaba de vuelta a la capital del Atlántico.
“Eso ocurrió como a las 9:40 de la noche, él quedó agonizando varios minutos en la carretera, como todo estaba tan oscuro, mientras llegaba la ambulancia”.
Eliana asegura que fue una “sorpresa” enterarse cómo había muerto su hijo, pues señaló que él salió de la casa con dinero para los pasajes.
En declaraciones entregadas al periodico El Heraldo, la madre del joven, quien se gana la vida laborando en el teatro José Consuegra Higgins de la Universidad Simón Bolívar, relató que al parecer su hijo no cayó de la mula, sino que fue arrollado.
“Lo que nos dijeron algunos de los muchachos que venían con él fue que ellos se bajaron de la mula y se pusieron a pedir chance y un bus que venía por la vía lo arrolló y huyó del lugar. No se detuvo a auxiliarlo”.
En igual sentido se expresó Miladys Cantillo, tía de la víctima.
“El reporte policial indicó muerte accidental violenta. Lo que nos dijeron las autoridades es que como él vestía de negro y la zona estaba tan oscura, el bus no lo vio y lo llevó por delante, pero en lugar de ayudarlo, lo dejaron ahí tirado agonizando”.
Enfrentamiento
En la mañana del domingo, antes de que se disputara el clásico costeño de fútbol, en varias imágenes captadas por el reportero gráfico de El Heraldo que viajó a hacer cubrimiento del partido se mostraron los rostros de varios jóvenes de las barras contrarias que se enfrentaron a piedras a las afueras del estadio Sierra Nevada de Santa Marta.
Entre las fotografías, figuraba un joven de contextura menuda, con el cabello en la parte trasera de la cabeza tinturado de rubio, que vestía suéter de mangas largas y pantalón de color negro, quien sostenía una piedra en la mano en posición de lanzamiento. Esa misma indumentaria la vestía el cuerpo de Dawis Mendonza.
Al parecer, la ahora víctima habría participado en la revuelta que se gestó antes del encuentro futbolístico.
