Los pobladores no aprendieron la lección. En este año otros vehículos han sido saqueados en la zona.
Históricamente en el corregimiento de Tasajera sus habitantes han sobrevivido del rebusque y el día a día. Gran parte de la población, especialmente la joven, aprovecha cualquier oportunidad para conseguir un dinero que les resuelva la comida del día.
En esta zona de la región Caribe ocurren de forma constante siniestros viales en la carretera nacional que comunica al Magdalena con el Atlántico, y sus habitantes siempre buscan sacar algún provecho.
En ocasiones ayudando al conductor a desvarar un carro, sacarlo de la cuneta, o cuando se trata de un camión con carga de productos, se lanzan a ver qué puede servirles para venderlo o llevarlo a su casa.
Por lo cual, se convirtió en una zona roja para todos los viajeros, visitantes y transportadores, quienes son los más afectados por este flagelo de nunca acabar en esta zona del Magdalena.
Pese a la tragedia, ocurrida el pasado 6 de julio del año 2020 donde murieron 45 personas calcinadas por hurtar gasolina y una batería, hay algunos jóvenes que aún esperan que un vehículo sufra un accidente para conseguir dinero extra en medio de la necesidad.
Saqueos y necesidad
De acuerdo con lo informado por el Comandante de la Policía Metropolitana de Santa Marta, Oscar Favian Solarte, “la Seccional de Tránsito y Transporte asignada a la Policía, durante los años 2020 y 2021 hasta la fecha ha atendido 14 eventos de accidentes en el eje vial que conduce de Barranquilla a Santa Marta hasta el km 64”.
Además, informó que en desarrollo de estos procedimientos han buscado garantizarle a los usuarios viales una mejor tranquilidad y seguridad vial, a través de los diferentes procesos de prevención, disuasión y control.
“Durante este lapso de tiempo solamente en un accidente de tránsito se realizó el hurto a una mercancía correspondientes a comestibles, sin embargo, en una rápida acción de los uniformados de la Policía recuperaron los elementos que fueron hurtados y posteriormente entregados a su propietario”, acotó el alto mando.
Jorge Orozco, es uno de los sobrevivientes del siniestro y asegura que cuando un accidente ocurre en la zona se pone nervioso y busca refugiarse. Sigue con pánico por lo sucedido.
Sin embargo, hay jóvenes que no ven en sus heridas lo que les podía ocurrir por un mal accionar y deciden ir por el “rebusque”.
El llamado que le hacen los sobrevivientes a los demás habitantes del corregimiento es a no buscar provecho de estos accidentes, porque les puede costar la vida.
“Yo les digo que no vayan. No ven cómo quedó uno. Solo dicen que eso nos pasó a nosotros que a ellos no. Deben dimensionar el peligro”, puntualizó Orozco.