Un nuevo capítulo se escribe con relación a la muerte de Jessy Paola Moreno Cruz, la madre de 32 años que el pasado 6 de febrero decidió ponerle fin su vida y la de su hijo en Ibagué.
La revista Semana se puso a la tarea de saber las verdades y las mentiras detrás de la historia de esta mujer, cuya muerte paralizó al país y que puso a reflexionar a las administraciones locales sobre la importancia del tratamiento de aquellas personas que sufren depresión.
Jessy Paola Moreno tomó esta fatal decisión poco después de las 7:00 de la mañana y pesar de los ruegos de la policía y de su propia madre y familiares, quienes vieron el fatal incidente.
Imagen tomada de Semana.
Los videos de su muerte fueron compartidos hasta la saciedad por redes sociales e incluso algunos medios importantes de Colombia como Caracol, RCN y El tiempo se abstuvieron de cubrir la noticia.
Desde ese momento se dijeron muchas cosas sobre la mujer, algunas eran verdad pero la mayoría de ellas eran mentiras, según una investigación de Semana.
Esta publicación indicó que es mentiras que la mujer haya dejado una carta en la que explicaba los motivos que la llevaron al suicidio.
Las autoridades le hicieron pruebas al documento que rodó por redes y descubrieron que no era real.
Por otra parte también se desmintió que su hijo tuviera una enfermedad terminal, tal y como se divulgó en redes.
También parece ser mentira que ella fuera acosada por cobradores ‘gota gota’, un cobradiario o alguien parecido.
De acuerdo con Semana, luego de consultar varias fuentes, se llegó a la conclusión que Jessy tenía una fuerte depresión derivada de una ruptura sentimental y de problemas económicos.
Incluso la mujer llegó a hablar con una persona sobre este hecho y le contó que estaba cansada de los problemas y que incluso le tocó vender una moto para darle de comer al pequeño.