El sicario de 35 años había sido capturado en 2015 señalado de por lo menos tres crímenes, pese a eso, ya andaba como si nada en las calles haciendo de las suyas.
Dicen que la cárcel es un espacio de resocialización para aquellos que han cometido un delito, pero para Darwin Enrique Arbeláez, sicario al servicio de las Autodefensas Conquistadoras de la Sierra o Los Pachenca, esto no fue así, pues pese a pagar varios años de condena tras su captura en 2015 acusado de por lo menos tres delitos, este siguió siendo el mismo y tras recuperar su libertad, ayer fue nuevamente capturado tras asesinar a dos jóvenes en la Troncal del Caribe a la altura del puerto Drummod, zona limítrofe entre Ciénaga y Santa Marta.
Sus crímenes
Aunque ya era un temido y reconocido sicario en el barrio 17 de Diciembre desde el año 2011, ‘Amarillo’ fue conocido por los samarios en 2015, cuando la comandante de la Policía Metropolitana de la época, la coronel Sandra Vallejo, fijó sus objetivos en él y prometió capturarlo, logrando el 12 de noviembre de ese año.
Sindicado de por lo menos 3 homicidios
Aunque la inteligencia policial indicaba que eran muchos más crímenes los cometidos por el sicario, la Fiscalía solo pudo imputarle tres: el de Samir Eduardo Ruso Lara, el 11 de octubre de 2011 en el Once de Noviembre; el de Misael Gregorio Muriel Flórez y el de del motociclista Luis Alfredo Polo Sánchez.
De Los Pachenca
La primera captura de Darwin Arbeláez se dio luego de que se le realizara una requisa en el barrio 17 de diciembre, y al verificar en la base de datos de la Central, se estableció que tenía orden de captura. Según la Policía, Arbeláez era sicario de la banda delincuencial ‘Los Pachenca’, misma agrupación criminal a la que se le vincula en su nueva captura llevada a cabo el día de ayer tras el asesinato de Andrés Felipe Ochoa, de 24 años, ex futbolista de la Sub-20 del Unión Magdalena, junto a su primo Ronald Maestre, ambos oriundos y residentes del corregimiento de Buenos Aires, Aracataca, quienes serían presuntamente integrantes del Clan del Golfo.
La comunidad samaria espera que esta vez el peligroso sicario sea condenado a una pena ejemplar y pague por estos dos nuevos homicidios.
