Cuatro etapas se anuncian como determinantes para el desenlace del Giro de Italia, carrera que comenzará el sábado en Bolonia con una contrarreloj individual que llevará a los ciclistas al santuario de San Luca.
9ª ETAPA (19 DE MAYO): RICCIONE – SAN MARINO, CONTRARRELOJ INDIVIDUAL
San Marino será la única incursión en territorio extranjero de la 102ª edición del Giro. Salida en el litoral adriático, desde la turística estación de Riccione, y llegada en la más antigua de las repúblicas de todo el mundo, un micro-Estado miembro de la ONU. El recorrido de 34,8 km, para rodadores y a menudo en un falso llano ascendente, finaliza con una subida de 12 km.
La ‘crono’ con llegada a San Marino es uno de los clásicos del Giro. Las dos últimas veces, el ganador de la etapa (Roberto Visentini en 1987 y Pavel Tonkov en 1997) se vistieron de rosa tras esta jornada… aunque no ganaron la carrera.
14ª ETAPA (25 DE MAYO): SAINT VINCENT – COURMAYEUR (SKYWAY MONTE BIANCO)
¡Un concentrado de montaña en el Valle de Aosta! Cinco puertos en 135 km para llegar a Courmayeur, donde el Giro sólo llegó en una ocasión, hace 60 años (victoria para el luxemburgués Charly Gaul), con la meta situada al pie del Mont Blanc, la montaña más alta de Europa (4.810 m).
Tres ascensos precederán al San Carlo, un gran puerto desconocido con una pendiente dura (10,8 km al 9,8% de desnivel) pocas veces subido en la carrera rosa, la última vez en 2006. En la cumbre, a 1.951 metros de altitud, quedarán 25 km, casi todos en descenso hasta la población de La Thuile y posteriormente a Courmayeur. Si los 8 últimos km son otra vez en subida, el final es más suave (entre 2 y 3% de desnivel medio en los últimos cinco kilómetros).
16ª ETAPA (28 DE MAYO): LOVERE – PONTE DI LEGNO
La etapa reina del Giro se disputará al día siguiente de la segunda jornada de reposo de la carrera, en la orilla del lago de Iseo. La distancia (226 km) y la alta altitud (se subirá la Cima Coppi, el punto más alto de la carrera, situado en la cumbre del Gavia, a 2.618 m), favorece a los escaladores, aunque también a los ciclistas más resistentes.
El perfil de la etapa no ofrece un solo metro de tregua desde los primeros kilómetros hacia el Passo della Presolana. Tras el majestuoso Gavia, una antigua carretera militar donde el Giro vivió una espectacular tormenta de nieve en 1988, los ciclistas tendrán que subir al Mortirolo, descubierto a comienzos de los años 1990, donde debe producirse la selección definitiva entre los aspirantes al podio. La subida a este puerto, uno de los más duros de Europa, se hará por la vertiente tradicional (11,9 km al 10,9%). Tras un descenso muy rápido, se afrontarán los últimos 15 km, de falso llano, hasta llegar a Ponte di Legno.
20ª ETAPA (1 DE JUNIO): FELTRE – CROCE D’AUNE MONTE AVENA
En la víspera del final de la carrera en Verona, la organización ha diseñado una última etapa montañosa en los Dolomitas, con cinco puertos en 194 km de recorrido y un desnivel de más de 5.000 metros, que se acabará en Croce d’Aune, donde Tullio Campagnolo, entonces ciclista, inventó en 1927 el mecanismo de cambio de marchas que se sigue utilizando en la actualidad.
Entre los cinco puertos dolomitas figuran dos históricos, Passo Manghen y Passo Rolle, antes del ascenso final, de 18 km aunque con un breve bajada desde la cima de Croce d’Aune a las primeras rampas hacia la estación de esquí de Monte Avena.
