Después de un año de la desaparición del niño Alberto Cardona aquel 20 de septiembre del 2018, las autoridades judiciales siguen guardando un silencio ante el caso, y sin dar claridad acerca de cuál es la relación que existe entre el homicidio del padre y el caso de ‘Albertico’.
Abogados especialistas en el derecho penal, aseguran que los hechos que involucran la desaparición del menor generan varias hipótesis de los que pudo haber ocurrido, pero en lo que se puede notar pasado un año, es que las autoridades jurisdiccionales no han dado claridad, ni conocen, cuál es la relación que existe entre el homicidio del padre y el caso de Albertico.
La abogada Sonia González, considera que “ha habido una parsimonia judicial”, debido a la demora y el silencio de las entidades del estado como la Fiscalía, el Gaula, el ICBF, la Policía de Infancia y Adolescencia, y demás entes que deberían estar velando por los derechos de la familia y los niños. Los organismos deben estar encargados de la investigación, para evitar caer en una impunidad, pero usualmente la justicia en este país es casi nula”.
Para sus familiares, esta situación también ha sido considerada como una injusticia, debido a que las entidades encargadas no están velando por los derechos que están consagrados en la constitución colombiana.
Sonia González, indicó en una entrevista a SANTA MARTA AL DÍA que “todavía no se puede hablar de una desaparición del niño o de un secuestro extorsivo agravado, por el tiempo que ha transcurrido y por la inexistencia de pruebas de supervivencia, lo que da como consecuencia un presunto homicidio agravado. Un niño de 6 años está en la capacidad de hablar y contar lo que pasa”.
¿QUÉ PUDO HABER PASADO?
Versiones señalan que el pequeño Alberto Cardona Sanguino había salido de su vivienda el día 20 de septiembre junto a su padre al colegio de sus hermanos mayores para recoger los boletines de notas, pero trascurrió prácticamente un día y el niño junto a su padre no aparecían. Inmediatamente sus familiares emprendieron la búsqueda, pensando que de pronto habían caído a la quebrada del río Minca, teniendo en cuenta que debían atravesarlo en su recorrido.
Después de lo ocurrido, pasaron cuatro días y el padre del niño fue hallado sin vida con varios impactos de bala, sin que hasta el momento se sepa qué pasó con el pequeño Alberto.
González asegura que “al ser testigo ocular Albertico de la muerte de su padre, se podría presumir que hubo un posible homicidio del niño a manos de quienes le cegaron la vida a su papá”, pero esta hipótesis en ningún momento ha sido confirmada y aclarada por las autoridades.
EN LO PENAL CUÁL ES LA REALIDAD DEL CASO
El código penal estable en el artículo 103, 104 en el numeral 2 que la pena para una persona que cometa el delito de homicidio agravado es de 400 a 600 meses de prisión. La persona que resulte presuntamente responsable en el momento de ser capturada enfrentará el proceso penal iniciando ante un juez de garantías para las audiencias preliminares de legalización de captura, formulación de imputación e imposición de medida de aseguramiento, ya en la etapa de acusación y juicio será conocido por un Juez Penal del Circuito con funciones de conocimiento, en este caso el capturado quedaría sin derecho a ningún tipo beneficios, al ser la víctima un menor de edad.
“Si hablamos desde la teoría penal, para saber si una persona está muerta, se tendría que encontrar necesariamente el cuerpo, y así poder ejemplificar el tema del homicidio. En el evento de que haya sido así, la investigación y la pesquisa de las autoridades debe trasladarse al ámbito del homicidio” dijo González.
Otra de las hipótesis del caso que surgió en su momento, era que presuntamente ‘Albertico’ había sido reclutado por un grupo al margen de la ley, teniendo en cuenta que aún existía una tensión al norte del departamento del Magdalena debido a que justo un mes antes había sido secuestrada Melissa Martínez.
“Como estamos en tiempos de posconflicto, no podríamos llegar a hablar de hubo un reclutamiento forzado o un ingreso a las filas de un grupo armado, ya que en ese momento el niño tenía de 6 años, y particularmente los grupos al margen de la ley o las organizaciones criminales no utilizan niños menores de 10 años o 12 años para la criminalidad” aseguró González.