En medio de lágrimas y con impotencia los trabajadores de estos establecimientos le imploraban a los delincuentes que no saquearan su sustento de trabajo.
Los episodios vandálicos que se vivieron ayer en Santa Marta revelaron varias escenas de impotencia, angustia y desespero protagonizadas por los empleados de los locales comerciales que fueron saqueados.
Estos trabajadores, la mayoría de clase media, padres de familias, madres cabezas de hogar, personas echadas para adelante, vieron como una turba de delincuentes les robaba sus sueños, su único sustento de vida.
“Estas personas no entienden que no solo roban alimentos, electrodomésticos o cualquier elemento, sino que nos roban nuestros sueños y el único mecanismo económico que tenemos para llevar el pan de cada día a nuestro hogar”, dijo una empleada en medio de la angustia.
Y es que muchos de ellos tuvieron que dejar la tranquilidad de su hogar, para dirigirse a defender su empleo de los vándalos que se tomaron varios establecimientos en la ciudad.
“Lo más triste es que muchos de ellos, viven por acá cerca y durante toda la semana nos vienen y nos compran; y ahora, sin ninguna justificación nos roban en nuestras narices, afirmando que es por el paro nacional”, afirmaba.
En los videos que circulan en redes sociales se aprecia a muchos empleados con lágrimas en los ojos y gritando una y otra vez que no lo hicieran, pero la turba nunca los escucho, más pudo la malicia de estos que el clamor de una persona que veía con impotencia como se quedaba sin trabajo.
Luego de que los antisociales cometieran su acto, muchos de los trabajadores se quedaron en los locales para limpiar la suciedad que había provocado estos hombres y mujeres que perpetuaron el saqueo, a muchos le tocó doblar su turno para poder al menos dejar todo limpio y organizar lo poquito que quedó en estos establecimientos.
“Estamos preocupados, porque no sabemos que decisión van a tomar nuestros jefes, ya que por lo menos una semana nos quedaremos sin empleo, porque hay que arreglar puertas, cajas registradoras, estantes; y además abastecer de alimento toda la tienda”, indicaba empleado.
Por el momento, no hay una comunicación oficial de los dueños de estos establecimientos, sobre los saqueos y las perdidas cuantitativas, que por si son millonarias; asimismo sobre las decisiones que van a adoptar en los últimos días sobre sus trabajadores, esperemos que se tome la mejor determinación y que estos empleados no sufran el estrago de una sociedad indolente y antisocial.