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La historia de los dos jóvenes samarios reclutados por las ACSN que cayeron en combates con el Ejército

Geolfran Arroyo, cantante y bailarín, y Alain Javier González, un padre en busca de oportunidades, murieron en el enfrentamiento contra el grupo ‘Conquistadores de la Sierra’.

El reciente operativo militar en la Sierra Nevada, en el que fueron abatidos miembros del grupo armado ‘Conquistadores de la Sierra’, dejó una estela de dolor y preguntas en Santa Marta. Entre las víctimas del enfrentamiento se encuentran dos jóvenes cuyas vidas tomaron un giro inesperado: 

Geolfran Arroyo, un artista de música urbana que alguna vez soñó con brillar en los escenarios, y Alain Javier González Bolaños, un padre que buscaba un mejor futuro para su familia.

Geolfran Arroyo: de la música a la guerra

A sus 37 años, Geolfran Arroyo era un cantante y bailarín reconocido en la escena urbana local. En 2024, participó en las Fiestas del Mar y realizó presentaciones en Palomino y otros eventos musicales junto a colegas y amigos. Sin embargo, su destino cambió radicalmente cuando dejó los escenarios para integrar un grupo armado ilegal.

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Familiares y amigos aún no comprenden cómo un joven carismático, con sueños y metas, terminó involucrado en un conflicto que le costó la vida. Un amigo suyo, conmovido por la noticia, expresó su dolor en redes sociales:

“No he podido dormir, pensando en qué carajos pasó, bro. ¿Cómo pasa uno de ser artista a formar parte de la guerra y tomar decisiones equivocadas? Todavía no me cabe en la cabeza que un gran artista y amigo se nos fue.”

En su mensaje, también reflexionó sobre la falta de oportunidades para los artistas en Santa Marta, una ciudad donde, según él, muchos talentos se pierden por falta de apoyo.

Alain Javier González: el padre que buscaba un mejor futuro

El otro joven abatido en el operativo fue Alain Javier González Bolaños, de 23 años. Padre de una niña de cinco años, salió de su casa en el barrio Juan XXIII con la promesa de trabajar en una finca, sin que su familia sospechara que en realidad se uniría a un grupo armado.

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Consternados por la noticia, sus seres queridos aún tratan de entender en qué momento tomó la decisión de ingresar a una organización ilegal. 

Lo que comenzó como un intento de mejorar su calidad de vida terminó en un trágico final.

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