La Catedral Basílica de Santa Marta abrió sus puertas a la comunidad religiosa, tras estar cerrada varios meses debido a las restricciones por la emergencia del Covid-19.
La noticia ha sido de gran satisfacción para los feligreses de la ciudad, quienes se apresuraron para asistir este martes a la primera misa de manera presencial, después que la Alcaldía Distrital dio el aval con la aplicación de cada uno de los protocolos de bioseguridad.
Para muchos de los católicos, volver a estar en la casa del señor genera un gran gozo, ya que la misecordia del señor les permite volver a reunirse en medio de la situación difícil que han tenido que afrontar a causa del virus.
Donaldo Gómez, quien fue uno de los fieles católicos en llegar a la puerta de la Catedral, aseguró que “llegar de nuevo a los pies del señor, conforta el alma y nos permite seguir luchando a pesar de la actual pandemia, es necesario aprovechar este tipo de espacios y mejorar nuestra relación con el señor”.
La misa estuvo presidida por el Obispo de Santa Marta, Luis Adriano Piedrahita Sandoval, quien junto a algunos de sus sacerdotes, impartió la palabra de fe a cada uno de los asistentes que apartaron un momento de adoración para dar una acción de gracias a Dios.
“Este es un momento especial para consagrar el Santo Crisma, y poder darnos la bendición entre hermanos, ojalá la celebración de las eucaristías que se realizarán de aquí en adelante, nos permita reflexionar en esta nueva etapa de aislamiento selectivo”, dijo Carmen Ariza, una de las presentes.
La misa fue el momento para consagrar el Santo Crisma (de aquí el nombre de misa crismal) y bendecir además los restantes óleos o aceites (para los enfermos y los que se van a bautizar).
En esta festividad además recibió la ordenación presbiteral los diáconos Jorge Garzón y Manuel Muñoz, quienes recibieron su formación inicial hacia el sacerdocio en el Seminario Mayor San José y pastorean actualmente las comunidades del Divino Niño en Fundación y la Candelaria en Media Luna Magdalena, respectivamente.
Debido a los protocolos de bioseguridad para prevenir el contagio del Covid 19, luego del acompañamiento de las autoridades competentes, sólo hubo espacio para 50 personas, entre ellas Monseñor Luis Adriano, algunos sacerdotes, los dos ordenandos y familiares, servidores y el ministerio musical.