De acuerdo con vendedores y prestadores de servicios, esta problemática ambiental es reiterada y afecta directamente la imagen del destino turístico.
La indignación entre comerciantes, hoteleros, prestadores de servicios turísticos y residentes de El Rodadero crece frente a los constantes rebosamientos del alcantarillado en los registros ubicados sobre la Carrera 1 con calle 6, en uno de los puntos más transitados del balneario.
Las aguas residuales brotan desde los manjoles obstruidos por la acumulación de arena, bolsas plásticas y otros desechos, sumado a la falta de mantenimiento preventivo por parte de la Empresa de Servicios Públicos de Santa Marta (Essmar E.S.P.), actualmente intervenida por la Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios.
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De acuerdo con vendedores y prestadores de servicios, esta problemática ambiental es reiterada y afecta directamente la imagen del destino turístico, generando incomodidad entre los visitantes y reduciendo las ventas del comercio local. Aseguran que la situación provoca “pena ajena” ante turistas provenientes de diferentes regiones del país que llegan a disfrutar de lo que se considera la principal vitrina turística de Santa Marta.


