A dos días de la gran cita internacional la preocupación entre samarios y empresarios turísticos por los constantes rebosamientos de aguas residuales en la ciudad, una problemática que la Essmar no ha logrado resolver pese a sus promesas de mejora.
Samarios y turistas esperan que la Empresa de Servicios Públicos de Santa Marta (Essmar) no provoque contratiempos durante la IV Cumbre Celac-UE, evento internacional que se desarrollará en la capital del Magdalena con la presencia de delegaciones de todo el mundo.
La inquietud surge por los constantes rebosamientos de aguas residuales que se han registrado en diferentes sectores de la ciudad a lo largo del año, una problemática que se agudizó tras la posesión del gerente Edwin Parada Cabrera, quien había prometido resolver en 45 días la situación en el Mercado Público. Sin embargo, la central de abastos continúa viéndose afectada, pese a las explicaciones de la entidad, que atribuye las fallas a los trabajos en la Estación de Bombeo de Aguas Residuales (EBAR) Norte.
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Ante una ocupación hotelera cercana al 97% y la llegada de cientos de visitantes internacionales, preocupa que estos inconvenientes persistan durante la cumbre, en la que se abordarán temas como el cambio climático, la seguridad y la lucha contra el narcotráfico.
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A través de un comunicado, Essmar informó que las plantas de tratamiento de Mamatoco y El Roble fueron sometidas a revisión técnica, y que las estaciones de bombeo Zuca, Rodadero, Sierra Laguna, Fénix e Iguanas cuentan con respaldo eléctrico y monitoreo permanente. No obstante, las deficiencias de un sistema de alcantarillado obsoleto y con limitados recursos siguen generando una crisis sanitaria que afecta la imagen de la ciudad, tal como ha sido reportado en los últimos días por distintos medios locales.
En el Centro Histórico, donde se concentrará gran parte de la agenda diplomática y cultural de la cumbre, se espera que la empresa y el contratista del colector de Bellavista mantengan los controles necesarios para evitar nuevos desbordamientos que empañen el desarrollo del evento y la imagen de Santa Marta ante los visitantes extranjeros.


