Bailarines de El Banco se han mostrado felices por la declaración de La Cumbia como patrimonio cultural.
En El Banco, ciudad imperio de la Cumbia, conviven decenas de bailadores, artesanos, músicos y otros actores de la manifestación insigne del Magdalena y la región Caribe.
Entre ellos, el maestro Alexander Loaiza, un instructor de danza, músico, compositor y gestor cultural; y Carlos Moreno, joven cañamillero, quienes han dedicado su vida a proteger y salvaguardar expresiones asociadas a este ritmo musical.
Alexander, conocido como el novio de la Cumbia; y Carlos, al igual que, muchos otros hacedores y portadores de esta práctica social, desde hace mucho soñaban con que la Cumbia fuera declarada Patrimonio Cultural Inmaterial del ámbito nacional.
La Cumbia representa nuestra identidad cultural ante el mundo. No solo los cumbiamberos y cumbiamberas coinciden en afirmarlo, así es reconocida por los caribeños y colombianos en el país y el exterior.
“La Cumbia hace parte de mi esencia, debemos seguir cultivándola e invitar a la niñez y la juventud a que quieran este patrimonio que es nuestro, nuestro legado y representa nuestra identidad ante el mundo”, afirmó emocionado el maestro Loaiza.
Hoy, los agentes culturales que trabajan alrededor de la Cumbia en todo el territorio nacional se alegran de que se haya declarado patrimonio cultural de la nación.
La Gobernación del Magdalena fue la encargada de la postulación ante el Consejo Nacional de Patrimonio y lideró espacios participativos para la construcción de un Plan Especial de Salvaguardia relevante y coherente con las condiciones actuales de transmisión y salvaguardia de la Cumbia, invirtiendo recursos cercanos a los 200 millones de pesos.
“Nos sentimos muy orgullosos de que la Cumbia sea Patrimonio. Es un hecho muy importante, sobre todo para nosotros los banqueños, porque fue gestionada por nuestros propios paisanos. Agradezco a la Gobernación del Magdalena y la gestión del gobernador Caicedo, porque fue quien nos apoyó para hacer este sueño realidad”, expresó el joven cañamillero.
La Declaratoria de la Cumbia como Patrimonio Cultural Inmaterial del ámbito nacional, contribuye con el desarrollo económico y social de nuestras poblaciones, transformando la vida de los hacedores y portadores de esa expresión cultural y contribuyendo a la reconstrucción del tejido social.