Sobre el minuto 67 Colombia lanzó un tiro de esquina que luego de un cabezazo en el área golpeó la mano de un brasileño, pero el VAR consideró que no era penal.
La selección Colombia recibió en la tarde de este domingo 10 de octubre a la selección de Brasil y tras un primer tiempo complicado en donde no hizo mucho más que defenderse, la segunda mitad fue bastante pareja y el encuentro se convirtió en un partidazo.
Lo único que no tuvo el partido fueron goles, pues finalizó 0-0, pero las emociones y polémica no faltaron y los debates post encuentro continuaron hasta la noche de este lunes, cundo la polémica principal fue aclarada.
Cuando Colombia vivía su mejor momento de partido, llegando al minuto 67, Juan Fernando Quintero cobró un tiro de esquina que llegó a la cabeza de Rafael Santos Borré para que este diera un pase atrás. El pase fue bloqueado con la mano del jugador Raphinha, pero el juez central no cobró penal y dejó que el VAR analizara la jugada.
El árbitro del encuentro fue el argentino Patricio Loustau, quien inmediatamente dijo que no vio nada y que siguieran jugando. Por su parte el VAR dirigido por Piero Vargas revisó desde varios ángulos la polémica, y entendió que el balón más que ir a la mano iba directo al cuerpo y que el brasileño achicó su humanidad para evitar tocar el esférico, pero este lo impactó de manera directa.
Esta fue la razón por la que los árbitros del VAR decidieron no cobrar penal, pues luego de analizar la jugada entienden que no hay intento de hacer más grande su posición extendiendo las manos para evitar la continuidad del balón, y haciendo caso a la regla de la mano dentro del área dejaron que la jugada continuara.
“El balón golpea en el brazo de un defensor de azul, que no ocupa un mayor espacio, en un movimiento natural de protección… “El árbitro observa la jugada y permite que el juego continúe. El VAR chequea la jugada con distintos ángulos y velocidades y confirma la decisión arbitral”.
Justificación de la Conmebol sobre el NO cobro.
Escuche usted los audios compartidos por la Conmebol:
Por: Pablo Esteban Gómez Linero