Sin importarles que el tren esté a escasos metros de sus cuerpos, estos jóvenes arriesgan su vida diariamente.
En el corregimiento de Guacamayal, jurisdicción de Zona Bananera, adolescentes se lanzan desde el puente férreo hacía el río que lo atraviesa por deporte, arriesgando sus vidas en el intento.
Las imágenes muestran que los jóvenes hacen malabares para subirse a la estructura metálica, exponiéndose a caerse o ser alcanzado por la locomotora.
Residentes y vigilantes del sector ya le han hecho varios llamados de atención sobre el peligro que yace al subirse a este puente, pero han sido ignorados.
“Le hemos hecho un llamado a las autoridades locales, la Policía, ICBF, los municipios y colegios generando sensibilización sobre el riesgo inaceptable que corren estos muchachos”, declaró un residente del sector.
Los trenes, en su mayoría carboneros, que viajan en ambos sentidos varias veces al día, lo hacen a una velocidad promedio de 50 kilómetros por hora y con un peso cercano a las 9.000 toneladas, necesitan por lo menos un kilómetro de distancia para detenerse totalmente.
En ese sentido, si un menor llega quedarse atrapado en su intento suicida de diversión, podría perder la vida arrollado por el tren.